“Samantha”
Al acercarnos al vehículo y ver al conductor, casi me fallaron las piernas, se me encogió el estómago y tuve que detenerme y respirar hondo para no vomitar. El conductor estaba cubierto de sangre y cristales rotos.
El coche lo conducía Isabella, quien claramente no llevaba puesto el cinturón de seguridad, ya que el impacto la había lanzado por el parabrisas, con la mitad del cuerpo sobre el capó destrozado y la otra mitad dentro. Había sangre y gemía de dolor. No podíamos tocarla, ya que no empeoraría sus heridas, pero la escena era desgarradora.
Oí a Rick llamando al 911 desde su móvil, y Heitor se acercó intentando calmarla. Era como si estuviera suspendida, observando la escena sin participar en ella. "Tranquila, Isabella, viene la ayuda", dijo Heitor con calma, agachándose a su altura, pero ella gemía y parte de su cabello le había caído sobre la cara. "Heitor, ay, mi amor, ¿me cuidarás?", preguntó Isabella débilmente, gimiendo con fuerza.
"Tranquila, Isabella, no te mu