"Héctor"
La conversación fluyó animadamente, y vi las sonrisas en los rostros de mi madre y Hebe. De vez en cuando me miraban y asentían levemente en señal de aprobación. Sabía que estaban felices de que hubiera encontrado a Samantha.
Y no podía haber sido mejor. Mi madre y mi suegra se llevaban de maravilla. Charlaban como si fueran amigas de la infancia y ya comentaban lo maravilloso que sería cuando Samantha y yo tuviéramos hijos.
De repente, volvió a sonar el timbre y miré a Samantha con extrañeza. Toda la familia ya estaba allí. ¿Había invitado a alguien más?
"Déjame abrir, cariño." Sam pasó junto a mí y le di un beso en la mejilla.
"¡Ah, toda la familia junta! ¡Qué bonito!" Miré hacia atrás y vi a Reinaldo entrar como si fuera el rey del lugar. "Heitor, no pude impedir que entrara, y el guardia de seguridad no estaba." Samantha lo siguió furiosa.
"¡Tranquilo, Sam, yo mismo sacaré a esa criatura!", respondí, sintiendo la ira crecer en mí.
"Te ayudo, cuñado." Edu se levantó y se c