“Alejandro”
Habían pasado dos días desde que recibí la llamada de Moreno informándome del asedio a Junqueira y de la visita que realizó a Ana Carolina. Le dije a Catarina que la policía se estaba acercando. Estaba muy aburrida de tener que quedarse en cama hasta el final de su embarazo. Había estado en cama durante más de quince días. Ahora su barriga parecía crecer más cada día y ella no tenía mucha energía. Empecé a trabajar desde casa lo más que pude, para no dejarla sola. Y nuestros amigos estaban allí todos los días.
Ya era media tarde y necesitaba ir a la empresa. Le di un beso a mi esposa, uno en su vientre y otro en mi hermoso hijo que estaba acostado al lado de su madre quien me aseguró que la cuidaría bien. Pedro era un niño inteligente y alegre, y cada día me encantaba más lo inteligente y bien educado que era.
Llegué a la empresa, arreglé todo y estaba tomando un café con Patrício cuando sonó mi teléfono, era Flávio.
- Hola, Delegado Moreno. ¿A qué debo el honor? – Respond