“Alessandro”
Había sido una semana ajetreada. Fernando aún no había podido reunirse con su tío, el médico, porque estaba en una conferencia en Ginebra y no regresaría hasta la semana siguiente.
Ya era sábado y teníamos una reunión programada sobre la auditoría. Alencar tenía noticias. Casi todos ya habían llegado a mi apartamento, incluida Catarina. Solo faltaban Alencar y Mari, que llegaron un poco tarde. Además de Catarina y de mí, también estaban presentes Patrício y Rick, el hacker Marcos Paulo y otras dos personas del equipo de Alencar.
—Catarina, gracias por venir. Sé que has estado siguiendo los informes de la auditoría, pero ahora que estamos en la recta final, creemos que es importante que estés aquí. —dije, acercándome a ella, que estaba sentada en el sofá. Estaba muy guapa con un vestido largo de flores que le quedaba holgado, pero no parecía sentirse muy bien. —Imagínate, Alessandro, estoy deseando que por fin averigüemos todo y acabemos con la farsa de estos ladrones. —Me