Después de contemplar a Cat por varios minutos con expresión de
asombro, Amy al fin se decide a hablar.—Debo decir pequeña Cat, que has resultado ser una sorpresa. Quiéndiría que detrás de ese rostro inocente hay escondida una diablilla. Todauna pícara. Si hubiese apostado, seguramente estaría perdiendo mi dinero.—Basta, sabes que no es así —le dice Cat cruzándose de brazos.—Aja... y bien ¿Qué harás?—Algo que debí hacer hace un tiempo, voy a ponerle fin a esto —ledice dejándose caer con dramatismo en el catre.—¿De cuál de los dos hablas?—De los dos —responde con resignación.—Vaya, ¿estás segura? es decir, no has cerrado el negocio con ningunode los dos, ¿entiendes lo que digo? —La mira con su sonrisa p&i