Roma
-a la m****a- dice Santiago cuando nos bajamos del taxi.
A nuestro alrededor se encuentra un terreno gigante con una mansión de colores oscuros que se alza al frente nuestro. Es hermoso.
-¿se supone que tenemos que tocar el timbre o que?- pregunta bajando nuestros bolsos
-no idea- me encojo de hombros admirando la belleza de lugar en el que estamos- supongo que solo hay que entrar.
-¿solo se entra en un lugar así?- me mira y después dirige su mirada a la casa.
-ya nos permitió la entrada, Nighan les debe haber avisado que veníamos, si no nos hubieran dejado entrar desde un principio- empiezo a caminar hacia la entrada.
El me sigue unos pasos atrás y cuando estoy en la puerta agarro la manija y la abro. La puerta cede y entramos.
-me dijo pobre sin decirme pobre- dice Santiago con la boca abierta.
Se ve mucho más grande que por fuera, los tonos son oscuros y blancos, la casa se ve b