Roma
-súbete- Nighan me abre la puerta y yo entro a la camioneta a paso rápido.
-hola, Demon- lo saludo cuando nos subimos y lo veo en el asiento conductor- acelera a fondo.
-¿muertos?- pregunta y asentimos- hay que irnos.
Pone el auto en marcha ni sin antes ponerse una gorra en la cabeza al igual que nosotros. Se supone que desde este momento no existimos y somos personas completamente nuevas. Me presento, mi nombre ahora es Mara Kelins, soy una mujer de 25 años con pelo rubio corto hasta la barbilla y ojos verdes oliva. Apenas lleguemos al búnker o lo que sea que es vamos a hacer el proceso de cambio radical, no sólo vamos a cambiar nuestro físico, sino que también es el estilo.
-¿a cuántos kilómetros esta el búnker?- pregunta Nighan.
-a unos 100 kilómetros- le contesta El ojiazul- y es un sótano más que n