Minutos antes…
La Princesa Fátima. Ella está aquí, en su oficina. –Jazmín anunció.
Voy enseguida. –Gabriela se levantó y sus primas hicieron lo mismo.
Vamos contigo. –dijo Habiba.
Me temo que no, ella quiere verme a mí y lo que menos quiero es que piense que pretendemos emboscarla o algo así.
Pero es ella la que ha venido.
Déjalo así Baasima. –intervino Azima. –Aquí estaremos si nos necesitas. Gabriela asintió y caminó hacia su oficina. Abrió la puerta y vio a Fátima contemplando todo con evidente desprecio reflejado en su rostro.
¿En que puedo ayudarte? –dijo y cerró la puerta. -¿Has decidido unírtenos? –preguntó con toda la amabilidad que pudo imprimir en su voz.
¿Acaso tengo cara de estúpida? –respondió con acidez girándose hacia ella.
Bien, ¿Qué deseas entonces? –dijo y se sentó invitándole con un gesto a hacer lo mismo.
¿Cómo te atreves?
¿A qué exactamente me he atrevido? –preguntó con un suspiro.
¡A sentarte antes que yo!
Gabriela levantó una ceja. Se sentía como si trata