AFRODITA FERRO
Había llegado la hora y también la confirmación de que mi novio estaba en el club. Busqué el vídeo, abrí su conversación y se lo envié.
Yo sabía que el vendría a mi oficina en cuanto lo viera y que seguramente pediría mil disculpas o más.
La puerta se abrió y él entró.
-Te lo puedo explicar. Te amo, lo juro
-¿Esa es tu gran explicación? ¿Buscabas el amor en la boca de Zaira? Christian vete. Déjame sola y en otro momento hablaremos. Si no sales por las buenas, te sacaré yo misma y prohibiré tu entrada aquí
Él se fue como el cobarde que es. ¿Querría perder su amado ingreso y a su amante en el proceso? Por supuesto que no.
(....)
Los días pasaron y no le he devuelto ni una llamada a Christian. Al portero le prohibí dejarlo subir a mi apartamento, simplemente ya no podía pensar en verlo. Recibí más flores que una persona fallecida y más bombones de los que podría comer en una semana entera.
-¿Él cree que lo perdonaré con flores y bombones? Puede irse a la m****a- Audre