Alexander miró atónito la pantalla de su móvil, nadie en su vida le había colgado una llamada, bueno, eso no importaba en esos momentos, lo que importaba era Tara, necesitaba reposo, tenía que tomar los medicamentos que se le había asignado, por unos momentos solo escuchó su corazón latir, estaba sintiendo un tornado de emociones, no sabía qué hacer ni cómo actuar, pero no le gustaba lo que le hizo sentir Tara con aquellas palabras.
¿Quién se tomaría unas vacaciones largas de él? Muchas mujeres querían estar con él, al precio que fuera, pero él no estaba interesado…se dejó caer en el sillón de la sala, dejó caer