Oliver:Dicen que cuando mueres ves pasar toda tu vida frente a tus ojos, pero no me sucede, no veo mi vida pasar frente a mis ojos.Ahora todo lo que puedo ver es a Alexa retroceder mientras sostiene el arma en sus manos, está llorando y Eloísa le quita el arma mientras le grita.—¡Haz lo que te digo y cálmate! —restalla.Cuando eres herido en el abdomen por las balas de una pistola y la sangre comienza a salir de tu cuerpo no sientes dolor, pero tampoco te sientes bien. Es más… Sin fuerza, la energía escapa de tu cuerpo junto a la sangre, se siente el calor de la sangre mientras rodea tu cuerpo.Entonces, Eloísa se acerca a mí, se agacha hasta poder observarme fijamente a los ojos.—Morirá en pocos minutos, no será un problema, ya está muerto —le dice a Alexa y se levanta para después marcharse mientras es seguida de su mejor amiga.Así es como se siente: la vida sigue transcurriendo sin ti. La joven a las afueras del colegio; la lágrima que corre por su mejilla y sus labios se mue
Cuenta regresiva: día 90. Emma: Acaricié el pecho de Oliver y lo observé fijamente, necesitaba hacerle la primera petición que me demostraría si podría ayudarme con mi plan. —Oliver, necesito que me ayudes —informé. —Mientras esté a mi alcance, haré todo lo que me pidas —respondió. —Necesito que me presentes a alguien en la velada de esta noche —expliqué. Su mirada me preguntó de quién se trataba, así que respondí—: Su nombre es Augustus Sanders. —El novio de Alexa —comentó él con un atisbo de impresión. Di un paso hacia atrás y después media vuelta para dirigirme hasta el clóset y terminar de cambiarme. Seguí abotonando la camisa blanca mientras sentía la mirada de Oliver en mi espalda. —Augustus le pidió matrimonio a Alexa hace una semana —informé. —Lo sé, el mejor matrimonio que pudo conseguir Alexa —dijo Oliver—, Augustus Sander proviene de una familia que tiene un imperio petrolero. Además, conozco bien a Augustus y sé que está verdaderamente enamorado de Alexa, llevan
En el almuerzo me encontré con la señora Milena de Polat, almorzábamos como lo acordamos días atrás y así poder hablar íntimamente sobre nuestras vidas.Sentí la comida insípida, aunque eran un filete bañado en salsa de ciruelas, preparado en el mejor restaurante de la ciudad; debía atribuirlo a la conversación que tenía con la señora Milena, pues no se podía hablar de otra cosa que no fuera tristeza pura. Éramos dos mujeres condenadas por el mismo suceso trágico: la muerte de Nidia.—Y cuéntame, ¿qué vas a hacer ahora? —me preguntó mientras sostenía su copa de vinotinto—. Dime tu siguiente plan.—Voy a destruir otra relación —informé—. ¿Está enterada del compromiso entre Alexa y Augustus Sanders?—Oh, sí, claro que todos conocemos esa relación, es el heredero de ese imperio petrolero, uno de los solteros más codiciados y Alexa es famosa por ser la única mujer que logró hacer que se comprometiera.—Pues ahora será famosa por ser la primera que él deje vestida y alborotada en el altar
Todos en la empresa saben que la esposa del presidente Bosson le es infiel, pero nadie dice nada, obviamente, es un secreto a voces. Ella le es infiel desde mucho antes que se casaran y él parece estar en negación y así decidió llevarla al altar, negándose a aceptarlo. Diez años de noviazgo y cinco años de esposos. Rumoran que le ha sido infiel con diez amantes oficiales en todo ese tiempo, otros dicen que son más. Pero el presidente por fin ha aceptado que su matrimonio es un desastre y está dispuesto a vengarse. . —Sé mi amante —me dijo por fin. —¿Disculpe? —pregunté, había escuchado perfectamente, pero necesitaba tiempo para procesarlo. —Sé mi amante por el tiempo que yo lo necesite —explicó—, a cambio te daré el puesto de directora de marketing. Y mientras estaba frente a él en su gran oficina, entendí que quería que yo fuera una pieza en su juego de ajedrez. Pero yo era un peón, no sería la reina y mucho menos su caballo. Mi papel consistiría en una simple pieza que podría
Mis padres siempre se han esforzado por darme todo en la vida: me inscribieron a la mejor escuela de la ciudad, me compraban las mejores ropas y me llevaban a los lugares que quería conocer. Y yo me esforzaba por recompensarlo siendo la mejor de mi clase, así como intentaba nunca estar en problemas para que no se preocuparan.Pero eso no le gustaba a Eloísa Mars, su mirada hacia mí siempre fue de envidia. Le temo a las aguas profundas porque a mis diez años ella me tomó del pie y me arrastró hasta lo más profundo de la piscina para que me ahogara.Aún recuerdo las lágrimas de miedo de mi madre cuando desperté en el hospital, dijeron que estuve a punto de morir porque tragué mucha agua. Cuando me preguntaron el por qué me lancé a la piscina si yo no sabía nadar, no supe qué responder. ¿Cómo podría decir que la hija del mayor socio accionista de mi padre intentó ahogarme? Eloísa mostraba el rostro de ser una niña que no haría nada malo, de hecho… fue ella quien me invitó a su casa para
A veces paso noches enteras sin dormir, recordando el baño de la escuela, donde Eloísa y su amiga Alexa les gustaba encerrarme hasta que yo suplicara e implorara que me dejaran salir. Muchas veces se marchaban de la escuela y me dejaban allí, por lo cual anochecía y me encontraba a oscuras. El vigilante de la escuela ya me conocía y me preguntaba:—¿Por qué no informas de esto a las directivas?Pero… ¿cómo podría hacerlo si el tío de Alexa era el dueño del colegio y la familia de Eloísa su mayor donador?No sé cómo pensé en un tiempo que Alexa era mi mejor amiga. Su familia y la mía son vecinas, nuestras madres son amigas cercanas y a ella la conocía de toda la vida. Éramos casi inseparables en la infancia.Cuando nos hicimos adolescentes, nos gustaba escuchar la misma música e íbamos a fiestas juntas. Yo le contaba sobre los chicos que me gustaban y ella también sobre los suyos. De hecho, le ayudé con el que se hizo su primer novio, era quien le llevaba los comunicados, funcionando d
El reloj de péndulo cerca a la puerta de la oficina marcaba las diez y media de la noche. El presidente Oliver se levantó de su sillón de cuero y tomó su abrigo oscuro del perchero de la esquina. —Ya es muy tarde —informó. Me levanté de mi puesto con timidez. Era la primera vez que pasaba tanto tiempo al lado de mi jefe y por momentos no sabía cómo reaccionar. Lo veía colocarse el abrigo largo y oscuro que le daba un aire mucho más imponente del que ya tenía. Comencé a preguntarme cómo Eloísa le era infiel a un hombre tan perfecto como el presidente y me aseguraba que si yo tuviera ese corazón en mis manos lo cuidaría con mi vida. Salimos de la oficina y noté que ya no había ni una sola persona en el edificio, así que sí era cierto que estábamos solos. —De ahora en adelante debemos almorzar juntos —me dijo de repente el presidente, quien iba caminando a mi derecha—. Necesitamos que en la empresa comiencen a sospechar, así que tienes que estar saliendo con constancia y no decirle a
La vida de Alexa comenzó a agrietarse sin darse cuenta. Su mirada hacia mí me advertía que iba a arremeter con toda la fuerza que poseía y no descansaría hasta verme muerta. Pero ella no sabía que ya yo había preparado el terreno donde la iba a enterrar viva y me reiría en el proceso. Cuando la reunión acabó y me dirigía a la salida, sentí un fuerte agarre en mi brazo que me hizo detenerme en seco y me obligó a girarme hacia atrás. Allí estaba Alexa, fulminándome con su mirada. —¿Qué crees que estás haciendo? —gruñó entre dientes. Iba a contestar, pero se adelantó con su amenaza: —Si estás intentando quitarme mi puesto, estás yendo por muy mal camino —soltó con la voz más amenazadora y llena de furia—. Te voy a destruir si me sigues provocando. ¿Crees que eres rival para mí? —¿No te das cuenta de lo que estás haciendo? —pregunté mientras soltaba su agarre de una fuerte sacudida—. Ya el puesto de directora te lo quité —alegué con una leve sonrisa—. Y cualquier movida que intentes h