Lucya no podía creer qué tan rápido había cambiado todo, creyó estar haciendo lo correcto al tomar distancia del clan Neizan y tratar de vivir por su cuenta, al menos hasta que terminara la Universidad y pudiera retornar a los Estados Unidos, pues muy a su pesar había comprendido que sus padres preferían el clan antes que a ella, o al menos eso era lo que sus actos le demostraban, la aun joven mente de Lucya no le podía hacer ver lo lógico, y eso era que sus padres habían hecho una vida delictiva, ahora solamente las tierras de los Neizan eran seguras para ellos, no podían simplemente ir y venir por el mundo a su gusto, pero Lucya era aún demasiado joven para comprender aquello y aún más incauta para comprender al clan.

Ahora, sin embargo, luego de asegurarse de que Artiom estaba fuera de peligro y recibir el agradecimiento de una señora que dijo ser la madre de Artiom, retornaba a su hogar, aún la quedaba la esperanza de que sus padres obviamente se opondrían a la locura que Vladimir