Capítulo 3

Al encontrarme con Juliett me percaté que ya no llevaba el mismo vestido blanco que estaba usando en la pileta por obvias razones, sin embargo, el vestido de ahora también era de ese color, solo que con un diseño diferente. Todavía creo que el blanco le sienta muy bien.

—¿Terminaste tu cita con mi hermana?  —dijo Juliett antes de que yo hablara.

—¿Cita? —me confundí.

—¡Si! Se veían bastante melosos, no me lo niegues.

—La verdad es que tendré que negártelo porque solo hablamos de trabajo y demás cosas familiares —le dije calmado.

—Buu, que aburridos son ustedes dos —sonrió.

—Nunca pensé encontrarte en un lugar como este —dije cambiando el tema.

—Soy una persona que viaja mucho así que envio cartas y otras cosas a distintos lugares del mundo —dijo mientras se le iluminaban los ojos—. Así que tengo que venir aquí cada mes para suministrarme de papelería.

—Interesante, ¿Qué es lo que más te gusta de la papelería? —pregunté intrigado.

—Mmm, los lápices en forma de pluma que se usan con tinta y los stickers con distintos diseños.

Se veía preciosa cuando hablaba de cosas que le gustaban y por alguna razón mi mente tenía interés en escuchar las cosas que me contaba.

Luego de pasar por la librería pasamos a tomar algo junto con Juliett. También me contó cosas sobre su familia y su niñez, como que el tema de las rosas siempre era algo presente en su familia, como un distintivo y desde que nació que se encuentra rodeada por esta planta, también me contaba anécdotas con su hermana y que en general siempre encontraban motivos para poder hacer sonreír a su madre porque la mayoría del tiempo se encontraba triste por su enfermedad, pero que , al final entendía el ciclo de la vida y que no todos viviremos por siempre, por esa misma razón también es que le gustaba escribir cartas porque si la guardas con cariño, aunque no estés, esa parte de ti queda viva aún. 

Era increíble lo distinta que era con su hermana y no podía dejar de comparar ambos encuentros. Con Julieta en la mansión la reunión fue planeada, me mostró los rincones del lugar y su historia con su familia. Hablamos de trabajo y se abrió un poco a mi contándome lo que opina de su gemela. Por otro lado, mi encuentro con Juliett no fue planeado, fue espontáneo, fue el destino.

Me sentía cómodo con Juliett, como si no tuviera más responsabilidades en el mundo que solo pasarla bien. Con Julieta me sentía de nuevo con el peso que traigo de mi familia y la buena imagen que debo proyectar a los Varcarnyo.

Eran dos mundos distintos en cuerpos iguales. Y eso me parecía fascinante.

Se hizo más tarde de lo que pensaba así que me despedí de Juliett en la puerta de su casa.

—¡Wao! No sabía que alguien como tú pudiera reír tanto como hiciste hoy —decía Juliett mientras entraba en la casa.

—Que te puedo decir, a veces parezco un libro abierto y luego te llevas la sorpresa de que estabas en un error —dije con una sonrisa de lado.

—Fue muy divertido el día de hoy, toma —extendió su mano con un pedazo de papel.

—¿Qué es esto? —lo recibí con mucha curiosidad y lo abrí.

Era el número de teléfono de Juliett y también su correo electrónico.

—Para que tengamos más aventuras en el futuro —dijo mientras entraba por completo y cerraba la puerta de la mansión que pertenecía a los Varcarnyo.

—Para más aventuras —dije mientras guardaba el papel y caminaba hacia mi hogar.

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