43. SOLA.
POV. LUCÍA.
La casa era hermosa, un lugar fascinante.
Frente a la playa y con un sol que calentaba mi pequeña barriga.
7 meses y mi embarazo había sido la cosas más extraña, me sentía sola, cuando debería sentirme acompañada y apoyada, Carmen nunca llegó y el control para saber si tendría un pequeño o una pequeña tampoco.
Se tuvo que aplazar un poco más.
— ¿Cómo estás? — Mi madre me saludó y yo sonreí triste.
— Bien, creo.
La conversación era casi monótona y automática, siempre respondía lo mismo a las mismas preguntas de mamá.
Luego me llamaba papá.
Un par de horas después y siempre antes del almuerzo llamaba Carmen, Loren, Francesas y en las noches me llamaba Marie.
Pero nunca Sebastián.
Él no llamaba, no enviaba un solo mald¡to mensaje, era como si la tierra se lo hubiera tragado.
— ¿Tan poco le importa su hijo? — Le pregunté al ama de llaves que había viajado conmigo,
— El joven de verdad desea a ese pequeño.
— Bueno, eso ya lo sé, necesita una garantía de que no perderá su diner