He terminado de preparar la comida con la última reserva de energía que me queda, la verdad es que estoy exhausta y hasta me siento algo mareada por ello. Escucho como la señora Corina le entrega el medicamento de la noche a Joe. Yo me dedico a colocar los platos en el lavavajillas y el resto de sartenes utilizados los lavo hasta dejar la cocina completamente limpia.
Anoto en la lista de comprar el jabón y un par de guantes nuevos, después de estos días fuera algunas cosas se han terminado así que hay que resurtir pronto.
—Entonces vas a dormir en su habitación —escucho que le dice la señora Corina.
—No, no lo haré, ella no va a dormir en un sofá, tiene su habitación y…
—Es solo hasta que traigan ese elevador que necesitamos Joe —sigo en mis tareas cuando