Llevaba dos semanas encerrada, mi barriga creció un poco por consecuencia el resto de mi cuerpo también lo ha hecho, no tengo teléfono y cada noche a mitad de mis sueños una pesadilla que arrasa con mi paz.
— ¿Señora, se le ofrece algo más?— ¿James, no ha llamado?— No señora. — Asentí. — Envió los libros que usted pidió.— Déjelos en la mesa Lorena. — La mujer con una sonrisa apenada dejó los libros sobre la mesita de noche. — Él también necesita de usted, necesita saber que está a salvo.........Dos semanas antes......Estaba en casa el domingo acostada al lado de mi esposo.Lorena anunció que teníamos visitas.No invitamos a nadie a visitarnos sin embargo cada vez es más común