La primera vez que abrí mis ojos y me encontré en el departamento de James, me di cuenta de cuán guapo era en realidad.
—Así que Emma...—Dijo antes de llevar un cigarrillo a su boca.
—Así que James... —Asintió, le quité el cigarro y lo llevé a mi boca.
—¿Te vas?
—Es tardísimo, no debí quedarme a dormir. —Respondí con una sonrisa.
—Podrías ir a cenar conmigo.
—No te encariñes, fue solo sexo.
—No es cortés solo acostarte con una dama.
—No me vas a conquistar.
—No quiero un conquistador, soy simplemente una mujer. —Le guiñé el ojo.
—Te has acostado conmigo 3 veces y sé que te gusto.
—James, no va