Jung tragó fuerte luego de que el hombre terminara de hablar y miró a un lado, ¿cómo debía tomar aquello? Apretó sus puños y los guardó dentro de su suéter, el frío había comenzado a entumecer sus dedos y las escasas gotas de lluvia se habían comenzado a perder en su blanco cabello. No sabía qué decir.
—Pensé que debía decirle a la policía, lamento molestar —agregó al ver que el peliblanco no respondía y éste negó con su cabeza.