—¡Se esfumó! —Jason jadeó— Desapareció de la faz de la tierra... ¿Cómo carajos puede correr tan rápido? —El chino se apoyó sobre sus rodillas mientras intentaba recuperar el aliento.
—No responde mis llamadas... —Jung miró su móvil y Mark chasqueó su lengua.
—Las mías tampoco —bufó el rubio— ¿Qué demonios le ocurrió