Yelena
—¿Qué desean?— Mildred miró a Izan desconfiada —.¿Yelena? —cuando fijó su vista en mí una gran sonrisa iluminó su cara.Los nervios de estar en esta manada habían hecho que ocultara mi olor desde que puse un pie aquí por eso no me había reconocido.
—¡Mildred! —salí corriendo y me abracé a ella.
—Yelena, mi niña.¡Por la Diosa!.¡Estás bien! —se separó de mí y me dio una vuelta inspreccionándome de arriba a abajo —.¿De verdad estás bien?.
—Sí, estoy bien —volvió a abrazarme y al separarse se quedó mirando mi cuello.
—¿Estás marcada?.¡Encontraste a tu pareja!.¿Es él? —yo asentí con la cabeza y la mujer achuchó entre sus brazos al rubio que me miró con cara de "sálvame".
—Mildred, ¿está Gina en casa?
—¡Sí!.No se lo va a creer cuando te vea.¡Qué alegría!.¡Entrad,entrad! —abrió la puerta del todo y nos hizo una señal para que nos adentráramos en la casa —.Cariño, tu pareja es un Alfa —
me susurró bajito al ponerse a mi lado.
—Lo sé, Mildred.Tengo muchas cosas que contaros.
En