Izan
No podía dejar de mirar a mi pareja.Me había despertado hacía un buen rato y desde entonces no podía parar de mirarla como un puñetero acosador.
Nunca pensé que la tendría así, durmiendo plácidamente, desnuda, entre mis brazos.Mi Luna, mi maravillosa Luna.¿Por qué había tenido que sufrir tanto?.
Si Yelena no hubiera matado a Frank lo habría hecho yo mismo con mis propias garras. Cuando luego se sinceró y me contó todo lo que había sufrido tuve el impulso de ir a despedazar su cadáver hasta que no quedara nada de él.Con Decon me pasaba tres cuartos de lo mismo.En cuanto Frank reveló que el Alfa era el culpable de la muerte de los antiguos Alfa y Luna todo encajó.Una loba normal no hubiera resistido todo lo que había sufrido Yelena.El tamaño de Hera y su fuerza física también eran otro indicativo de que Yelena era la hija de un Alfa.Más concretamente, de Alfa Derek, el anterior Alfa de la manada Cielo Rojo.
Unos toques en la puerta me sacaron de mis pensamientos.El olor de mi cacho