Yelena
Los días pasaban y mi pequeño parecía que llevaba aquí toda la vida.Estaba feliz con su familia, con el colegio y con todo el tema de los lobos.Nos pedía ver y jugar con Zeus y Hera casi todos los días y le emocionaba la idea de tener él también un lobo cuando cumpliera la mayoría de edad.
Mi amiga también estaba totalmente adaptada a la manada, contenta con su nueva vida y presumiendo de pareja y de la marca que llevaba en su cuello.Gabriel era un cielo y de lejos se veía lo enamorado que estaba de la bruja.Estaba segura que esos dos iban a ser muy felices.
Por mi parte ya me había acostumbrado a mi nuevo trabajo y a los dichosos entrenamientos.Izan seguía siendo mi entrenador personal y no sabía si lo hacía para molestarme o para tener una excusa para poner sus manos sobre mí.De igual forma ya hasta disfrutaba con sus ejercicios pero nunca lo reconocería.Pasábamos la mayor parte del día juntos y nuestro vínculo se reforzaba cada vez más.Teníamos un "coqueteo" constante y s