Yelena

Sabrina vino detrás de Izan y de mí.Subimos las escaleras y el Alfa le señaló a la rubia una puerta al inicio del pasillo indicándole que era su habitación.Mi amiga gritó de emoción al ver que tenía baño propio con bañera de hidromasaje y prácticamente nos echó para poder darse un baño de burbujas.

Pensé que el rubio me llevaría hasta la puerta del final del pasillo, sin embargo, tomó el camino hacia su habitación y me abrió la puerta contigua a la suya.

—Esta es tu habitación y esa es la de Zacky —dijo señalando a la que estaba al otro lado de la suya.

—Creí que me quedaría en mi antiguo dormitorio.El más alejado al tuyo .

—Hace cinco años tu aroma me volvía loco y no podía tenerte cerca, por eso mandé que te pusieran allí.

—Y ahora, ¿ya no te vuelve loco? —pregunté haciéndome la inocente.

Sus ojos se clavaron en los míos con la mirada de un depredador que acecha a su presa.Se acercó lentamente mientras yo retrocedía hasta que mi espalda tocó la pared y justo cuando sus