Izan
Nunca había estado tan nervioso en mi vida.Me sudaban las manos y el corazón parecía que se me iba a salir del pecho pero al escuchar su risa todo cambió . Sentí una paz, una calma, que nunca había sentido. Quería seguir escuchando ese sonido por el resto de mi vida.
—¡Ya estoy listo mami!.¿Estoy guapo? —su vocecita volvió a inundar la cocina.
—Sí, mi vida, estás muy guapo —¡por supuesto que estaba guapo!, era igualito a mí —.Me queda un poco para terminar,¿por qué no juegas a algo con Izan mientras me esperáis? — la castaña me hizo una señal con la cabeza y agradecí que me echara una mano para acercarme a mi hijo.
—¿Vamos,señor Izan? —mi miniyo me hizo una señal con la mano para que lo siguiera.
—He traído unas cosas que me gustaría darle, señor Zack.Las tengo en el coche así que podría ir ahora a por ellas o podría acompañarme y ayudarme a traerlas —noté como el corazón de Yelena se aceleraba.Con la idea que tenía de mí era normal que pensara que podría secuestrar a nuestr