—Pero ¡¿qué demonios te pasa?! —Emilse le dio un empujón para liberarse de su agarre. Sin embargo, Izan la tomó del brazo y la llevó a la pequeña oficina del dispensario.
Una vez dentro, cerró la puerta.
—Necesito que me expliques cómo es eso de que te embarazaste de un humano —refunfuñó él—. ¿En q