Por alguna razón que no entendía, la fortaleza de Dannon empezó a debilitarse paulatinamente, pero jamás habría de admitirlo ante nadie.
Tras alistarse, se dirigió a su estudio, en donde ya lo esperaba Izan.
—¿Alguna novedad sobre Kallen? —soltó Dannon, ahorrándose el saludo. A decir verdad, el ex