HOMBRE 3. Capítulo 41.
Alexey comenzó a mezclar sus capacidades de brujo con su agilidad con la espada. La cantidad de heridos a los que debía atender se equiparaba con la cantidad de enemigos a los que debía vencer.
Sin contar, con el despiadado ataque que sufrían desde los cielos de parte de los dragones.
—¡Creo que es hora de que aparezcan! —bramó a la nada, lanzando una súplica a los ángeles, quienes aún seguían sin dar señales de vida.
—¡Muchacho, avalancha! —le gritó Serguei, lanzándose sobre él y teletransportándolo a varios metros de distancia para evitar que la ola de nieve se lo tragara.
Alexey había estado tan concentrado en asesinar a demonios y a bestias que no había visto ni escuchado la cercanía del peligro.
—¡Debemos sacarlos de allí! —exigió en referencia a los humanos y a los demonios aliados que no habían corrido la misma suerte que él y fueron arrastrados por el oleaje de nieve.
—¡Lo haremos cuando terminemos con estas fieras! —bramó Serguei antes de soportar el ataque de una bestia que