Hermanastros. Amor Prohibido.
Hermanastros. Amor Prohibido.
Por: Lily Arzola
Capítulo 1

Definición de hermanastros: Los hermanastros no tiene vinculación sanguínea. Solo comparten el vinculo del padrastro o la madrastra.

Las luces del lugar son opacas, mientras que las paredes son grises y frías. Mi cuerpo se empieza a llenar de miedo, mientras empiezo a temblar en mi lugar. La silla en la que estoy sentada, es de madera y rechina mientras mi cuerpo se mueve.

De la nada y sin esperar, la puerta del lugar se abre, dejando entrar a una mujer de color delgada y bien vestida, junto con varios papeles en sus manos. De inmediato me siento intimidada, mientras que a la mujer se le nota que no está de humor. Ella se sienta enfrente mí, mirándome como si fuera una delincuente.

–Señorita...–Intenta buscar mi nombre en sus notas.–Thompson.–Dice mi apellido mientras yo solo asiento con mi cabeza.–¿Cómo se encuentra?–Me preguntó con frialdad, mientras que de inmediato empiezo a pensar, que no es necesario que me pregunte como estoy. Claramente no estaba nada bien, mientras que mi cuerpo tembloroso demostraba lo mal que estaba.

–Me encuentro aquí.–Le contesté con mal humor, mientras cruzo mis brazos.

–¿Usted sabe por qué se encuentra aquí?–Me pregunta mientras me mira con sus ojos color negro.

–Tengo una idea.–Respondí de inmediato, mientras ella solo hace una mueca al oír mi respuesta.

–La razón por la que usted está aquí, es porque hubo un presunto homicidio y usted estaba en el lugar de lo sucedido, cuando la muerte paso.–Yo de inmediato empiezo a respirar con algo de apuro, mientras me recargo sobre la mesa, cruzando los dedos de mis manos.

–Sí, yo estaba en el lugar en donde Meredith murió, pero jamás sería capaz de hacer tal cosa.–Le dije siendo sincera, mientras empiezo a bajar la guardia, ya que no me servía de nada estar a la defensiva, cuando sabía cómo habían pasado las cosas.

–¿Usted era amiga de Meredith?–Me pregunta curiosa, mientras apunta todo lo que digo en una libreta color marrón.

–No, yo solo era una conocida de ella.–Le respondí con sinceridad, mientras que no intento decir o hacer algo que me hiciera ver culpable.

–No era su amiga, pero era una conocida.–Ella afirma lo que digo, mientras sigue escribiendo.

–¿Cómo se conocieron?–Me pregunta mientras ahora me mira solo a mí. Yo solo trago saliva, mientras trato de reunir fuerzas para responder.

–Ella era...–Pero mi cuerpo estaba tan descompensado, que empiezo a tartamudear mientras intento responder.–Ella era la novia de mi hermano Jasper.–Le contesté pensando en él y sus ojos verdes.

Ella de inmediato empieza a anotar lo que le digo, mientras ahora tiene una nueva pregunta.

–Tengo entendido que Jasper Thompson, es su hermanastro.–Ella ahora me mira con intensidad, después de echarle un ojo a sus notas.

–Sí, Jasper y yo somos hermanastros.– Le contesté afirmando con la cabeza.

–Me puede comentar como es su relación con su hermanastro, Jasper.–Yo solo trago saliva mientras que cuando me preguntan de él, me siento nerviosa.

–Bien.–Respondí nerviosa, mientras que un "bien", suena lo suficientemente sospechoso, como para que ella me mire con detenimiento.

–¿Bien?–Me pregunta dudando de mi veracidad. Yo solo empiezo a sudar mientras lamo la comisura de mis labios.

Está bien, la relación de Jasper y la mía no era normal. Tengo que ser sincera conmigo misma, así que estaba dispuesta a decir la verdad, para poder salir de este problema.

–Es difícil.–Le comenté preocupada, ya que dentro de nuestra comunidad, la verdad, o más bien, nuestras verdad, no estaba políticamente bien visto.–Quiero ser sincera en lo que diré, pero solo lo haré si usted me promete, que Jasper y yo saldremos de esto lo más fácil posible.

La mujer de inmediato se sorprende, al escuchar la declaración que acabo de hacer. Ella instantáneamente presta mucha atención a mi persona.

–¿Quieres algo de tomar?–Me dice luciendo sospechosa, mientras yo de inmediato asiento con la cabeza.

–Creo que necesitare café.–Le respondí mientras ella se levanta de su asiento, y deja la habitación. Sabía que ella no solo salía solo por café, sino que salía a avisarles a sus superiores, que yo haría una declaración importante.

Sabía que está habitación tenía un cristal polarizado, en donde podían ver y escuchar todo lo que decía. Definitivamente me sentía amenazada por el hecho de estar dispuesta a decir la historia real de la muerte de Meredith.

Después de unos largos minutos, la mujer regresa con varias copas de café de cartón, mientras lleva otros papeles en su axila. Ella pone la charola con café enfrente de mí para sacar de su pantalón una grabadora de mano. Sabía que ya era hora de decir la verdad.

La mujer prende la grabadora, para decir algunas palabras:

–10 del 09 del 2016, estamos en la ciudad de Birmingham, Alabama, en el departamento de policía de Birmingham.–Se detiene para tomar aire y proseguir con lo que quiere decir.–Con la sospechosa Lea Thompson de la ciudad de Birmingham, Alabama.–Cada momento en que decía los datos sobre mi caso, me ponía los pelos de punta. Solo quería que se detuviera, para poder seguir y decir la verdad, sin darle tantas vueltas a mi caso.

–Señorita Thompson, la escucho. Quiero que me explique cómo empezó la relación de con la señorita Meredith.–Yo no sabía cómo empezar a contar esta historia tan larga.

–Como le dije antes, nuestra relación empezó por mi hermano Jasper.–Al decir el nombre de Jasper, la conversación se tornó sobre él.

–Usted me comentó que la relación de su hermanastro y usted es difícil, ¿dígame que tan difícil es?–Me pregunta aplazando las cejas, mientras que yo suspire profundamente mientras solo afirmó con la cabeza, ya que nuestra relación era difícil de contar.

–Jasper y yo nos conocimos desde los once años. Su madre y mi padre se conocieron dentro de la iglesia cristiana en Caldwell. Mi madre nunca tuvo un esposo hasta conocer a George, pero George era viudo.–Suspiré y moje mis labios, para poder seguir con la historia.–George es una persona muy importante dentro de la iglesia, así que siempre era muy abierto para escuchar a la gente.–Suspire profundamente, para después proseguir.– Mi madre nunca fue creyente, hasta que Martha Wilson, quién también era importante en la iglesia, hizo a mi madre una creyente. Martha la trajo a la iglesia y nos ayudaron económicamente y emocionalmente.–La mujer de inmediato se enfoca en lo que acabo de decir.

–¿Cómo era su vida antes de la iglesia cristiana? –La mujer pregunta mientras que no entiende esa parte. Mientras que por mi mente sólo pasa:

¿Que tan difícil era mi vida antes de la iglesia? Es lo que quería saber.

–Como dije antes, mi madre nunca tuvo un esposo, de hecho ella no sabe quién es mi padre. Mucha gente siempre nos juzgó por el hecho de no ser gente de bien. –Trato de explicarle con un poco de enojo, ya que es difícil contarle tu historia a alguien más.–Cuando llegamos a esta comunidad, todo cambió y más cuando George se enamoró de mi madre.–Lamí mis labios, ya que sabía que a mi madre le habían ocurrido cosas muy graves alrededor de su vida.

Había crecido en una familia en donde su padre era alcohólico y su madre era prostituta, sabía que mi madre también había seguido los pasos de mi abuela, así que ella me concibió en una relación que tuvo en esa temporada. Todo el mundo la odiaba, yo sabía que ella era prostituta, porque a cada escuela que yo iba, me lo hacían saber las madres de mis compañeros.

Era como una condena que las dos cargamos, cada pueblo al que íbamos, era para borrar el historial de mi madre y empezar una nueva vida, pero era imposible, todos siempre se enteraban de la historia de mi madre. Cuando llegamos a Birmingham, en Alabama, las cosas fueron diferentes. Mi madre empezó a trabajar como empleada de limpieza en una escuela pública, llamada Birmingham City School District, en donde mi madre conoció a Martha, una maestra muy conservadora, que tenía mucho interés en mí.

Ella se interesó mucho mí, porque yo siempre fui una chica callada, pero extremadamente inteligente. Sabía que tenía que esforzarme el doble, que los niños normales en esta sociedad, ya que mi situación siempre fue difícil y precaria. Así que la señorita Martha, noto de inmediato que yo era una joven, cuál intelecto era bastante alto para mi edad.

Por otra parte, yo era callada por el mismo rechazo de mis demás compañeros en otras escuelas, sabía que no podía confiar en muchas personas, ya que siempre terminaban diciéndome lo que yo misma ya sabía, pero que yo no quería que los demás supieran: que mi madre fue una prostituta.

Después de que el tiempo paso, Martha pudo enterarse de nuestra cruel realidad. Que vivíamos en moteles baratos, y que mi madre y yo íbamos a otros lugares, a hacer trabajo extra de limpieza, para sacar algún dinero.

La señorita Martha se enteró, al verme junto a mi madre en una pizzería cerca de la escuela. Ella pudo hablar conmigo cuando me encontró, tomando órdenes en la pizzería. Y como yo me llevaba bien con el dueño del lugar, él dejaba que mi madre se encargará de la limpieza, mientras que como sabía que yo era buena memorizando cosas, me dejaba tomar las órdenes, mientras que mi mano de obra como mesera, le costaba más barato, que costear la de una mesera más en el lugar.

Recuerdo de la maestra Martha tenía cincuenta años cuando nos conoció, y a pesar de tener una vida entera en la escuela, ella era soltera y sin hijos. Así que prácticamente nos adoptó a mi madre y a mí, llevándonos a una comunidad de personas religiosas en Caldwell.

Al principio la gente nos tenía mucha lastima, tanto que siempre nos daban ayuda como comida y dinero, para que pudiéramos tener una vida mejor. Despues la ayuda fue incrementando, cuando mi madre por fin pudo bautizarse a mi lado.

Y cuando las dos por fin pudimos ser parte de la iglesia, fue como mi madre conoció a George. El era una clase de pastor en la comunidad de Caldwell. Él era viudo, así que todas las mujeres solteras y casadas, siempre querían estar a su lado, trayéndole comida casera y regalos para poder llamar su atención. Pero mi madre fue la persona que tuvo la atención de ese increíble hombre, ya que a pesar de que éramos pobres, mi madre siempre fue bellísima.

Ella media muy poco, pero era delgada como un palillo de dientes, mientras que tenía una cabellera negra como la boca de un lobo y unos labios como los de Angelina Jolie. Y jamás se descuidaba, siempre se mantenía en un peso, en el que podía ser tan provocativa como quería. Todos decían que yo era la gemela de mi madre, a pesar de que yo nunca pensé que yo fuera atractiva.

Sabía que los ojos azules de mi madre, cautivaron a George desde el primer día en que la vio. Siempre tenía atenciones con nosotros, mientras que pudo meterme en una escuela privada llamada Caldwell Angel's School, dentro de la comunidad cristiana, gracias a que George impartía clases de religión en está.

En la escuela privada de Caldwell, es donde conocí a su hijo Jasper. Él era igual de atractivo que su padre, tenía una cabellera castaña clara y unos ojos verdes muy bonitos, aunque mostraba siempre un carácter relajado y varonil al igual que su padre, mientras que su intelecto era tan grande o igual que el mío.

Pero al mismo tiempo, nunca pude fijarme en Jasper, como mis compañeras lo hacían, ya que sabía que era el hijo de George, así que siempre lo traté como una persona a la que le debía de tener algún respeto, como a su padre.

El mismo año en que George y mi madre, Tory se conocieron, se casaron. Así que como dije antes, de inmediato empecé a ver a Jasper como a una persona de alto cargo, como un pastor o como alguien al que tenía que respetar. Creo que Jasper al igual que yo, me miro como a alguien que tendría que enseñar o encaminar a un buen lugar, o eso es lo que yo siempre creí que pensaba de mí.

Jasper siempre me decía que estaba bien y que estaba mal, sin pasarse de la línea. Jamás puso algún mando, o jamás me trato como los hermanos tratan a sus hermanas, como molestarse o hacerse bromas, siempre fue reservado y respetuoso conmigo, él se comportaba casi como un caballero conmigo. Pero por desgracia, cuando estábamos de vacaciones, en la luna de miel de nuestros padres en Cancún, nos enteramos de la muerte de Martha.

La muerte de mi maestra fue algo que me dejo con traumas para toda la vida, ya que yo le llore como la hija que nunca tuvo en la vida. Recuerdo que yo fui la persona que recibió a todas las personas que amaban a Martha, el día de su entierro. Sus amigos me conocían muy bien, ya que ella me había presumido con su familia y amigos, como una hija.

Ella nos había salvado, cuando nadie se lo pido, nos ayudó como ella decía: como una ayuda que el señor nos había dejado caer del cielo. Ella había muerto en un accidente de auto, en donde venía con su sobrina Meredith, una niña que había perdido a sus padres y que se uniría muy pronto a la iglesia, viviendo con la señorita Martha.

Por desgracia ella no pudo vivir con Martha a causa del accidente, así que Meredith fue adoptada por una de las familias más importantes en nuestra comunidad, la familia Newman.

Paul y Nora eran los padres de una familia que adoptaban a niños sin padres, o que estuvieron sufriendo mucho en la pobreza, pero en este caso, Meredith era la excepción. Ella era la única niña que no había sufrido tanto, como sus hermanos adoptivos. Ella venía de una familia rica, que perdió la vida en un accidente en uno de sus botes en Los Hamptons, mientras que hablaba tres idiomas y era realmente inteligente, convirtiéndose en una de las niñas más inteligentes y populares de nuestra comunidad.

Sus hermanastros no la querían, ya que yo solía juntarme con cada uno de ellos, más con Julia, una chica de raíces mexicanas, que había sido rescatada en la frontera de México y Estados Unidos.

Julia era de mi edad y nos llevábamos muy bien, ya que había muchas similitudes en nuestras vidas de niñas, mientras que Meredith era un año mayor que nosotros y siempre era muy expresiva con sus ideales. Nunca quiso a Julia por ser una chica que no fue nacida dentro de los estados unidos, lo que me parecía racista a mi corta edad, ya que ella no tenía por qué ser tan mala con su hermanastra, la cual llevaba más tiempo en la familia, que la propia Meredith.

Así que a pesar de que la familia Newman, eran muy unidos antes de la llegada de Meredith, se tuvo que deshacer cuando los Newman, no pudieron con la colegiatura de uno de sus hijos mayores, que ya iba a la universidad. Así que únicamente se pudieron quedar Meredith y Julia, quienes eran las más chicas del grupo.

Julia era muy apegada a sus dos hermanos mayores, quienes eran afroamericanos, John y Jeremy, pero por desgracia no se pudieron volver a ver nunca más, ya que fueron repartidos por todo el país. Así que de inmediato me convertí en la mejor amiga de Julia, tratando de llenar el vacío que sus hermanos dejaron, y que claramente Meredith nunca llenaría.

Los años fueron pasando, hasta que llegamos a nuestro último año de preparatoria. Julia, Jasper y yo tuvimos que seguir en la escuela privada Caldwell Angel's High School, ya que muy pronto tendríamos que dejar nuestras casas e ir a universidades, lejanas de nuestras familias. Aunque debo admitir, que lo único que queríamos hacer todos los chicos dentro de esta comunidad, era dejar este lugar para ir a otra parte, para hacer nuestras propias vidas.

Recuerdo que Meredith tuvo que quedarse un año, en una de las universidades locales, ya que no había alcanzado puntos para poder ir a la Universidad de Chicago, que era una escuela privada de leyes en Illinois, mientras que intentaba hacer puntos con mucho esfuerzo, para poder lograr sus ideales.

Sabía que la relación de Jasper y Meredith se volvió más sería, alrededor de los años. Los dos eran perfectos para estar uno con el otro, mientras que nuestros padres estaban orgullosos de esa relación, que se veía prometedora. Pero por desgracia, el corazón de mi hermano Jasper fue roto, cuando la bella e inteligente Meredith, lo dejo al no poder entrar a la universidad de Chicago.

Todos sabíamos que Meredith utilizó a Jasper, como pretexto para poder culpar a alguien, de no poder entrar a la escuela en Chicago. Pero al mismo tiempo, a Jasper no se le veía tan afectado por lo que había sucedido, ya parecía que nada afectaba a mi hermanastro.

Así que Julia, Jasper y yo estábamos a punto de acabar nuestro último año de preparatoria, en nuestro colegio privado. Los tres ya teníamos marcados nuestros destinos. Sabía que Julia y yo queríamos ir a la Universidad de Nueva York de derecho, mientras que Jasper quería ir a Stanford, también una universidad de derecho.

Recuerdo que mis padres siempre nos decían a los dos, que deberíamos ir a la misma universidad, ya que ambas eran escuelas de derecho, pero yo no sabía por qué Jasper no quería seguir conmigo, hasta ese día que nos cambió la vida.

Recuerdo que ya llevábamos una semana en último año, todo era como tenía que ser. Jasper estaba en el equipo de fútbol americano, mientras que yo estaba llevando mi vida con gran normalidad. Siendo muy buena en mis clases, mientras que poco a poco, me empezaba a llamar la atención la vida de fiestas, quería ser como las demás personas, una persona que no tuviera miedo de su pasado. Por eso mismo, Julia y yo queríamos ir a Nueva York, ya que queríamos experimentar con todo, queríamos sentirnos libres después de vivir una vida conservadora.

Julia sabía que yo quería salir de mi papel de buena niña, para poder experimentar, así que consiguió que uno de los mejores amigos de Jasper, Max Duston, quién siempre era el segundón de todo, segundón de sus clases, segundón en deportes, segundón en conquistas, mientras Jasper era el primero en todo sin saberlo, o sin mostrar interés alguno en ello, nos invitara a una fiesta en su casa, en donde sabía que todos irían.

Era la fiesta del año, yo sabía que tenía que ir a esa fiesta, nunca era invitada a las fiestas de Max, por el hecho de que Jasper me mantenía lejos de él todo el tiempo. Yo no entendía porque me quería lejos de ese tipo, hasta que pude ver la realidad. Julia era más atrevida que yo, así que ella se encargó de nuestros atuendos, consiguiendo la ropa más sexy de la noche, o la ropa más provocativa que había usado en mi vida.

–Debes de estar loca.–Le dije a Julia mientras ella me había comprado un vestido rojo color pasión muy corto, tan corto que se veía todo mi trasero, junto con unas botas de terciopelo ajustadas. –Sabes que no me dejaran salir de esta casa, con esto puesto.–Le dije mientras me miraba en el espejo, luciendo como una real prostituta.

Pero al mismo tiempo, era algo sexy verme de esta forma muy diferente, al ver mis brazos delgados mientras que el vestido resaltaba muy bien cada uno de mis atributos. Y no era que yo me vistiera como una monja, me vestía normal pero siempre intentaba no resaltar los grandes senos que tenía, a pesar de ser una chica muy delgada. Trataba de no convertirme en mi madre, a pesar de que se es una buena persona.

–No, eso no es todo.–Ella ahora saca de una bolsa, unas medias que quizás puedan cubrir mi trasero.

–¿Crees que con esto, será posible que me saques de aquí?–Le pregunté con sarcasmo, ya que mis padres obviamente no me dejarían salir, a pesar de que nunca les había dado algún motivo para desconfiar en mí.

–¿Acaso querías que te trajera un traje de monaguillo?–Se burla mientras ella también llevaba algo parecido, pero no era tan vulgar como el mío.–Te traje esto.–De su bolso, trajo el abrigo más grande que había visto, era negro y tenía un cuello de piel. Era casi como los atuendos que todos llevaban a la iglesia los domingos, así que sabía que era la prenda perfecta para salir de esta casa, sin que me dijeran nada malo.

Por otra parte, sabía que las mujeres nos tardamos más tratando de arreglarnos, ya que pude ver la camioneta de Jasper salir antes que nosotros, mientras miraba por la ventana de mi habitación. Realmente no me preocupaba Jasper, ya que él nunca había sido duro conmigo, siempre fue una persona que nunca me había visto en fiestas, así que no esperaba ninguna respuesta de su parte.

Julia logró que nos viéramos como dos mujeres de iglesia, antes de salir de la casa, mientras que mi padre estaba feliz al vernos salir con esos enormes atuendos.

–¿A dónde irán, tan arregladas? – Sabía que ese comentario, era la de un padre muy conservador, así que Julia y yo nos empezamos a reír, al ver cómo mi padre era un hombre que a eso le decía estar arregladas.

Julia no paraba de reír, así que yo tuve que contestar.

–Iremos a una fiesta, es de Máx Duston. –Le comenté que era el mejor amigo de Jasper, pensé que eso le traería más tranquilidad, pero al ver su reacción, de inmediato me sorprendí.

–No me agrada mucho Duston.–Expresó con desapruebo, mientras niega con la cabeza más de una vez. Él estaba a punto de ver una película con mi madre, así que llevaba consigo un bote de palomitas.

–Sabemos que Duston no es muy agradable. –Ahora contesta Julia, mientras que yo no sabía a lo que se refería, ya que como dije antes, nunca tuve contacto con Máx Duston.–Pero yo estaré con ella, durante toda la noche, no se preocupe.–Ahora Julia toma de mi brazo, mientras demuestra que ella puede protegerme, de algo que yo no sabía que pudiera ser vulnerable.

–Está bien.–Suspiró George mientras le da las llaves de su auto a Julia.–Solo tengan cuidado.

George parecía aún más preocupado, al saber que iríamos a una fiesta de Max, que antes de oír su nombre. Yo no sabía a lo que él le tenía miedo, así que cuando estaba junto a Julia en el auto de George, dispuestas a irnos, le tuve que hacer la pregunta de la noche.

–¿Por qué tiene tanto problema con Duston?–Pregunté mientras ella va sacando el autor de la cochera.

–Desgraciadamente toda tu familia te ha querido mantener en una burbuja, no diciéndote nada, incluso yo he sido parte esta mentira, para mantenerte a salvo.–Aún no sabía a lo que se refería, pero estaba muy confundida ahora. Claramente quería saber, que es lo que me estaban ocultando todos ellos.

–Tienes que decírmelo, no puedes solo mentirme en mi cara, ¿qué ocurre? – Pregunté ahora preocupada y enojada, por saber lo que me estaban ocultando todos.

Julia ahora se veía tras de la espada y la pared, no tenía otra opción, que decirme lo que todos intentaban hacer por protegerme.

–Yo sé desde hace años que Max está enamorado de ti.–De inmediato empecé a sentir algunas mariposas en mi estómago, no sabía que yo le parecía atractiva, ya que siempre le veía saliendo con chicas hermosas.–Pero a pesar de que suena muy bien, que le guste a alguien tan atractivo como Máx, sabemos que desde el año pasado, él está acusado de violar a una chica en una de estas fiesta.–Ahora sentía un balde de agua fría, caer por mi espalda mientras que estaba dudando de lo que Julia me decía.

Yo nunca había oído de alguna denuncia contra Máx, ni tampoco pensaba que él era una persona que pudiera hacer tal cosa.

–Me molesta que me hayan ocultado mis padre y tú tal cosa. –Le respondí claramente molesta y algo preocupada. Ya que no sabía en qué más me estaba mintiendo, mis padres y mi mejor amiga.

–No te enojes conmigo.–Me pide la morena con sus labios color café, mientras ya estamos a la mitad del camino de la casa de Max.–La persona que nos dijo de esa denuncia fue Jasper. –En ese momento me empecé a sentir enojada con Jasper, ya que no sabía por qué se lo había dicho a mis padres y a mi mejor amiga, pero a mí nunca me dijo nada.–Jasper fue el que nos dijo, que era mejor que te mantuvieras lejos de él.

En ese momento no sabía cómo explicar lo frustrada que me sentía, ya que no sentía que fuera justo que me tratarán como una niña, o que solo no me mantuvieran al tanto, de algo que quizás pudiera ser falso.

Así que al llegar a casa de Duston, que era una gran casa con una piscina grande, mientras que el estilo de la casa, era como la de una casa de playa, nos quitamos esas horribles chaquetas de piel, para mostrar nuestros cuerpos.

Yo en un vestido rojo pasión con unas botas largas y ajustadas, decidiendo no usar las medias, para que mi piel blanca se pudiera ver, mientras Julia vestía un vestido corto, de color negro con unos tacones de un tacón de diez centímetros, mientras su piel morena se veía tan sexy.

Sabía que las dos lucíamos muy guapas y sexis, así que mi ego que pocas veces estaba lleno y satisfecho, esta noche parecía estar al límite y palpitante. Cuando las dos entramos a esa gran casa, pudimos notar que todos nos miraban con gran atención, tanto mujeres y hombres, hasta que entramos a la casa, subiendo hasta el último piso de la gran casa, que era la azotea en donde se encontraba el Dj y la pista de baile.

De inmediato pude ver a Jasper y Max, junto con unas chicas que iban en nuestra escuela, que se veían muy hermosas. Pero a pesar de que sabía que eran las chicas más hermosas de nuestra escuela, esta noche no lo eran. Todos nos miraban solamente a Julia y a mí, mientras que al principio Jasper no pudo reconocerme.

Pero al ver su mirada tan perdida en mi cuerpo, me empecé a sentir deseada de alguna forma extraña. Después solo vi a Max, quién también me deseaba con la mirada, así que para relajar mis nervios, Julia y yo decidimos tomar una cerveza para poder entrar en ambiente.

–Todos nos miran.–Murmuró Julia mientras empieza a beber de su cerveza.

–Lo sé, creo que te esmeraste demasiado en nuestros atuendos hoy. – Le contesté dejando mi bolso en la barra, para empezar a beber mientras intentaba bailar un poco.

Después de algunas cervezas y ver que aún éramos observadas, Julia decidió tomar mi mano, para llevarme hacia la pista de baile, mientras que bailar era la única forma de sentirnos parte de la fiesta. Al hacerlo, pude sentir como mucha gente se nos unió, haciéndonos sentir parte de la fiesta, mientras perdía de vista a Max y a Jasper.

Julia y yo no dejamos de beber cervezas, hasta que el chico de la barra nos ofreció unos pequeños tragos color rosa. Yo de inmediato estaba segura de no tomar el trago, ya que solo con las cervezas, ya me sentía muy mal, pero al ver que Julia ya lo había consumido, solo le pregunté al de la barra, el contenido de este.

–¿Qué es esto?–Le pregunté no muy segura de tomar el trago.

–Solo tómalo, te hará sentir relajada, ve a tu amiga.–De inmediato Julia me dejó, para ir de vuelta a la pista de baile, para empezar a bailar sin importarle nada.

Yo me sentía feliz de que ella pudiera sentirse de esa forma tan libre, así que pensé en tomar el trago también, pero después solo mire que el chico de la barra me miraba con una mirada algo extraña, mientras que también miraba a otra persona, que estaba del otro lado del lugar. Así que decidí dirigir mi mirada hacía la persona que miraba el chico. De inmediato me di cuenta, que Max nos estaba vigilando.

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