Capítulo 2

Yo de inmediato me empecé a sentir amenazada, por lo que Julia me había dicho en el auto, tanto con la mirada que el bartender y Max se hacían.  Así que cuando él chico de los tragos se distrajo, yo decidí tirar el trago sobre una planta que estaba de adorno sobre la barra. Después tomé mi bolso, para ir con Julia y sacarla de una vez de este lugar. Así que tomé de su brazo, para llamar su atención.

–Debemos ir al baño.–Pero ella parecía estar muy metida en su baile, así que me arrebata su brazo más de una vez.–¡Debes acompañarme al baño! –Le grite con fuerza, mientras la música estaba muy alta y la gente solo quería bailar, pero sabía que la bebida que le habían dado a Julia, era una trampa. Mi idea era llevarla al baño, a que vomitara y después sacarla de aquí, pero me costó mucho que ella dejara de bailar.

Pero cuando logre sacarla de esa azotea, arreglada con muchas cosas de fiesta, la lleve dentro de la casa, para tratar de llevarla al baño, pero por desgracia nos vimos en una encrucijada, al perdernos en muchas habitaciones.

De pronto nos vimos las dos, entre la habitación de Max y un baño, sabía que era la habitación de Max, porque en el lugar había muchas fotografías de él, junto a los premios que habían ganado junto al equipo de fútbol americano. Pero cuando intenté entrar al baño junto con Julia, sentí como alguien me jalo, haciendo que Julia entrará sola al baño. Ella estaba tan ebria, que no pudo darse cuenta, que ella estaba sola en ese baño, mientras que, a mí alguien me arrastraba dentro de la habitación de Max.

Todo en la habitación estaba oscuro, como dije antes, solo podía ver los trofeo de Max, que deslumbraban las luces de la fiesta. De pronto, yo me vi tirada sobre la cama, mientras veía la puerta de la habitación bien cerrada.

Yo no sabía que estaba pasando, hasta que vi, que la persona que me había arrastrado dentro de la habitación era Max. De inmediato empecé a negar con la cabeza, mientras empezaba a manotear con él.

–¿Qué demonios haces?–Le pregunté mientras intentaba saber qué estaba pasando, mientras mi cuerpo se puso en un modo de guardia.

–Lea, ¿por qué no puede darte cuenta? –Me pregunta mientras me mira directamente a los ojos, solo pasando sus manos sobre mis brazos desnudo. Mientras su cabellera rubia y sus ojos azules me hacen temblar.–Pareciera que solo eres una idiota, todo el mundo piensa que eres la persona más inteligente de la escuela, pero al mismo tiempo eres la chicas más estúpida.–Me dice mientras empieza a besar mi cuello con sus labios peligrosos, mientras yo intento saber a lo que se refiere.

–No entiendo lo que dices.–Le contesté mientras lo empuje, para poder hablar de nuevo con él.

–En realidad no sabes cuántas personas han querido cogerte, sólo porque Jasper ha sido tan envidioso contigo. – Mofo muy borracho. –Ni siquiera eres su hermana real.–Murmuró ahora compartiéndome el olor de su boca, mientras intenta seguir con sus besos en mi cuello.–¿Por qué es así contigo?– Se pregunta mientras que el olor de su boca, me podía asegurar que él estaba perdiendo la cabeza.

–¡Aléjate!–Lo empecé a golpear, teniendo la confianza de que yo estaba más sobria que él, así que sabía que tenía un poco de ventaja a su lado. Pero al empezar a forcejear contra él, Máx empezó a actuar con más coraje, empujándome contra la cama más de una vez.

Por un momento pensé que él ganaría la pelea, pero después vi como la puerta se abrió con fuerza. De inmediato, reconocí el cuerpo de Jasper bien formado, mientras él toma de la ropa de Max, para quitármelo de encima y ponerle la golpista de su vida, hasta llegar a romper uno de sus espejos, que estaba pegado a su closet.

Yo al verme libre, traté de huir del lugar, pero al ver que la golpiza no terminaba, decidí volver a la habitación. Nunca había visto a Jasper de esta forma, ya que parecía estar enloquecido cuando golpeaba a Máx. En cierto punto pensé que él no pararía, así que traté de quitárselo de encima, pero desafortunadamente, recibí un golpe que me llevó a caer sobre una de las alfombras que había en el lugar.

De inmediato el musculoso y enojado Jasper, me mira, para dejarme ver como Max ya estaba desmayado, mientras estaba lleno de sangre y de vidrios del espejo que había roto. Yo estaba sorprendida de ver tal escena tan sangrienta, así que me levante del suelo, para tomar de la mano sangrienta de Jasper, para tratar de sacarlo del lugar. Él al verme, pude sentir algo que nunca había sentido antes, me miró como si él fuera un cachorro, que necesitaba el amor de su amo.

–Todo estará bien.–Le aseguré mientras él se recargaba sobre mí. Sabía que no podía dejar a Julia en el baño, así que deje a Jasper recargado en la pared del pasillo, mientras entraba al baño, encontrándome con la gran sorpresa de que Julia, estaba besando a una chica.

Esta noche, definitivamente era la noche de las sorpresas. Yo no sabía que a Julia le gustaban las chicas, pero al mismo tiempo, mi cabeza solo pensaba en sacar a este par de este lugar. Así que corte el beso de Julia, con una chica que acudía con nosotros en la escuela, ella se llama Charlotte y pertenecía al grupo de "los perdedores", ya que le gustaba el arte y el cine francés, y para todos en la escuela, eso era suficiente para que sus amigos y ella fueran llamados de tal forma.

Así que después de sacar a Julia del baño y de sus besos, quise tratar de despertar a Jasper de su trance. Él solo estaba estático, mientras que sus manos estaban llenas de vidrios y sangre.

–¡Jasper!–Escupí mientras trató de que me mire.–¡Jasper!–Grite mientras le propine una bofetada, para que despertará de ese trance que me estaba asustando.

Él al recibir mi bofetada, despertó de su trance, para después mirar la situación. Tenía a Julia echa un desastre, mientras que yo ya me veía muy asustada. Así que tomo de un lado de Julia y yo del otro, para salir del lugar con la rapidez de la luz. De inmediato fuimos a la camioneta de George, en donde pusimos a Julia en la parte trasera, para después los dos subir al auto.

Como arte de magia, el lugar se llenó de tantas dudas, mientras que los dos no decíamos nada, solo se podía escuchar el motor del auto andando. Estábamos sumergidos en todo lo que había pasado esta noche. Nunca creí que estuviera a punto de ser violada, por alguien como Max, ni tampoco creí que Jasper estuviera a punto de matar a su mejor amigo a golpes.

Es más, ahora estoy mirando de reojo, sus brazos llenos de venas salteadas, sangre y vidrios del espejo de la habitación de Max. Mientras que la forma en que lo estaba golpeando, era tan diferente al tranquilo e indiferente Jasper que yo conocía. Pero creo que los dos, dejamos de pensar cuando llegamos a la casa de Julia. Yo tuve que bajar con ella, mientras Jasper se quedó en el auto, esperando a que yo dejara a mi mejor amiga sana y salva.

Fue difícil tratar de llevarla hasta la puerta de su casa, mientras balbuceaba cosas.

–Fue la mejor noche de mi vida.–Dijo feliz mientras yo tenía que cargar con ella y su felicidad.

–Me imagino, te divertiste mucho en el baño. –No estaba molesta con Julia de que fuera lesbiana, estaba molesta de que nunca me lo dijo o comentó antes.

Y cuando sus padres abrieron la puerta, pude ver desde lo lejos a Meredith, quién ya no vivía en la casa más, ya que se había mudado a unos departamentos, cerca de su universidad, que no quedaba tan lejos, pero que sólo lo hacía por independizarse de sus padres un poco.

–¿Qué le pasó?–Me pregunta la señora Newman, mientras la ayuda a entrar a la casa.

–Bebió mucho.–Le dije sin más, mientras que yo me sentía como ida. Sentía que algo no andaba bien conmigo.

–Pero Lea, ¿te pasa algo?–Me pregunta la señora Newman, consternada por mí. –Te ves más pálida que una hoja de papel, ¿acaso paso algo en esa fiesta?–Yo me quedé pensativa, ya que había pasado de todo en esa fiesta, pero solo me dedique a decir.

–No, es solo que ya es tarde y no suelo tomar.–Dije con frialdad, mientras que lo único que quería hacer, era irme.–Me tengo que ir.–Le dije mientras me alejaba del lugar, pasando una mano por mi boca, ya que sabía que tenía mucho en que pensar.

Cuando me subí de vuelta al auto, pude respirar un poco, a pesar de que dentro de auto se sentía mucho calor.  De inmediato sentí la mirada de Jasper, quién no me quitaba sus ojos verdes de encima, mientras yo respiraba tan profundamente, que pude acabarme todo el oxígeno en segundos.

–¿Qué me miras?–Le pregunté sin aliento, mientras ahora puedo respirar aún menos, al ver sus ojos tan radiantes. Tan llenos de algo que no podía describir, así que, como arte de magia, él se quita el cinturón, para arrojarse hacia mí, mientras me besa.

Yo misma estoy sorprendida al sentir sus labios, que nunca había deseado, hasta que llegó un momento en que los deseaba, como a nada en el mundo. Su lengua se juntó con la mía, mientras mis manos acariciaban su espalda ancha. Sus labios sabían tan dulces, era como una combinación de azúcar y alcohol.

Era el mejor beso que me habían dado, no podía dejar de jugar con su lengua, mientras que recibía su saliva con mucha naturaleza. Sus manos jugaban con mi cuerpo, como si no supiera cual parte de mi cuerpo le gustaba más, así que me tocó por completo, como si me hubiera deseado desde hace mucho. Pero después de estar minutos besarnos y desearnos uno al otro, él decidió parar, cuando yo misma quería sacarme la ropa, para entregarme. Estaba dispuesta a darle todo a Jasper.

–No, no.–Me dice mientras ahora me mira como un hermano protector, mientras me devuelve la ropa a su lugar.– Debemos llegar a casa, sino nuestros padres estarán enloquecidos.

Yo no hice nada más que hacer caso a lo que él me decía, era simplemente nuestra naturaleza como hermanos. Así que los dos nos pusimos en nuestros respectivos lugares. Y mientras el conducía, yo solo podía ver como algo nacía en mi estómago, en mi corazón y en mi vagina.

Algo había nacido de ese beso tan excitante, aun podía sentir como sus manos acariciaban mis senos, como sus labios succionaba de mí, como si quisiera todo de mí. Tampoco podía olvidar, cómo su erección se frotaba contra mí, era como si me sintiera tan orgullosa de ser la persona que hizo que se pusiera erecto. Pero terminé de pensar, cuando el auto se detuvo en seco, eso significaba que ya habíamos llegado a casa.

Jasper lucia algo nervioso, mientras tragaba saliva, al apagar el auto. Yo me sentía de igual manera, ya que las cartas de este juego habían cambiado para los dos, pero Jasper fue el primero en decir algo, sobre este juego que se había tornado interesante.

–Lo lamento, no volverá a pasar.–Murmuró sin ánimos, así que con miedo y apuro, salió del auto, mientras que yo le seguí, para pararlo antes de que huyera de esta situación.

–Espera, ¿qué demonios pasó?–Le pregunté con enojo, mientras que ahora quería respuestas.–¿Por qué no me dijiste que Max me deseaba?–Pero él parecía no querer responder, así que antes de que tratara de huir una vez más, lo empuje tan fuerte, que se pudo escuchar el golpe de su cuerpo contra el auto.–¿Por qué no me dijiste que tú me deseabas tanto como él? –Ahora le pregunté mientras pongo mi nariz contra la suya.

Él de inmediato ve mis ojos azules, para después ponerme contra el auto, cambiando los lugares ahora.

–Si no te dije lo de Max, fue...–Pero yo lo detuve, ya que sabía que quería darme una respuesta inventada, solo para mantenerme callada.

–Fue porque no querías que alguien tocara algo que también querías. –A complete mientras él se enfureció como nunca, golpeando su brazo lastimado, contra la camioneta.

–¡Solo cállate y déjame pensar!–Me pide desesperado, mientras busca cómo explicarme ese beso, pero él solo termina golpeando una vez más el auto de nuestro padre.

–Quiero oír la verdad, ya que hoy me di cuenta que todos me mienten.–Le advertí que no aceptaría alguna mentira más.

–Está bien.–Ahora posa una vez más sus ojos contra los mío, mientras traga saliva.–Te he deseado desde la primera vez que nos conocimos, desde que éramos unos niños. Eres la criatura más hermosa e inocente que conozco, cuando llegaste a nuestro hogar, sentí que tenía que cuidarte, ya que te veías tan desprotegida, casi como un pájaro que se cayó de su árbol.–Ahora lame sus labios, para acercarse cada vez más a mí.–Pero mientras más creíamos, más podía darme cuenta que deseaba que estuvieras conmigo, que me besara, que me tocaras y que durmieras conmigo todas las noches. Que hiciéramos todo lo que nuestro padres hacen en la alcoba en la intimidad.–Sus palabras me dejan sin aliento, mientras yo solo quiero que siga.–Pero al mismo tiempo sabía que no podría tenerte, estamos dentro de una de las iglesias más cerradas de todo el país, eres mi hermana.–Una vez más golpea su brazo contra la camioneta, mientras yo de inmediato paro su brazo en el aire, para ver su mano por completo.

Sus dedos estaban tan rojos e inflamados, que estaba segura que necesitaba que alguien lo llevara al hospital. Pero mi instinto, solo pudo besar esos nudillos llenos de sangre y de vidrios. Cada beso que le daba, él cerraba los ojos, disfrutando de cada toque de mis labios.

–¿Se siente bien?–Le pregunté provocativas mientras que nunca quite mis ojos de su vista. Solo podía ver como se derretía ante mí, como un helado en verano. Sus ojos se cerraban de la excitación que sentía con cada toque de mis labios, eso fue hasta que, con mi legua, intente quitar un vidrio incrustado en sus brazos.

–¡Espera, debes parar!–Ahora me dice mientras sé que tiene miedo.–No me tientes.

–Pero tú eres el que me tentó, él que me corrompió.–Ahora intento que él vea mi lado de la historia.–Nunca me había sentido más viva como en este momento, no sabía que podía desear a alguien, como lo hago ahora.–Beso una vez más sus nudillos, haciendo que él reaccionara, con un pequeño movimiento.–Pero aquí estoy, viendo cómo guardaste tantos secretos, queriéndome llevar al lado del bien, para ahora corromperme.–Le dije enojada, ya que él se había guardado tantos secretos, que ahora puedo saber por qué era tan distante conmigo.–Nada va a volver a ser como antes.–Amenace mientras ahora lo miro con detenimiento.

Él de inmediato me arrebata de su brazo herido, para ahora amenazarme.

–¡Esto no volverá a pasar, esto está mal!–Me amenaza mientras me empuja contra el auto, no tan fuerte, pero con la fuerza suficiente para dejarme bien parada junto a este.– Todo lo que hicimos hoy, está mal. No haré que el señor te castigue, así que aléjate.–Él de inmediato me deja sola en la entrada de la casa, mientras el frío aire, aplaca el fuego de mi cuerpo. Yo solo puedo ver cómo me rechaza, para comprobar el deseo que tenía.

Era la primera vez que no tomaba tan a pecho que él se fuera así de la nada, él solo estaba huyendo de algo que deseaba por años, pero al mismo tiempo, sabía que yo lo quería. Yo ahora quería todo eso que él quiso alguna vez, y no descansaría hasta tenerlo. Me había cansado de ser la chica, que todo el mundo le tiene lástima. Me había casado, de que todos me ocultaran cosas, solo para mantenerme lejos del pasado tan tormentoso de mi madre. Yo ahora sabía lo que quería, quería que Jasper fuera mío.

Quería que Jasper estuviera conmigo, quisiera o no. Simplemente lo quería a él.

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