Capítulo 2

"Hermana me gusta tu esposo". 

 

Me sentiria una traidora, lo peor de todo es que ella intentaba ayudarme. Voy a sentir las ruedas deslizarse a través del movimiento, hacia calor por eso teníamos prendido el aire acondicionado punta las ventanas estaban cerradas, y con los vidrios poralizados nadie podría vernos de adentro.

 

 Después de algunos minutos finalmente llegamos a una gran casa, nosotros siempre habíamos sido muy pobres, y Emma había tenido la suerte de encontrarse con este chico, el cual yo siempre había añorado. 

 

Suspiré, mientras bajaba pude arrastrar mi maleta detrás de mi.

 

Un poco confundida de las estaciones qué experimentaba. 

 

En este instante, me sentía como en el frío invierno.

 

Pero, a pesar de todo me sentía un poco vacía. No podía llegar a entender, en qué momento todavía cambiado de esa manera. 

 

—Estas muy pensativa ¿estás bien?

 

—E-estoy... solamente miraba por la puerta y me pongo a pensar en que las cosas a veces pueden, llegar un poco más el más difíciles ¿no te parece?

 

—Yo las veo más fácil ahora —dijo divertida, me sacó la lengua.

 

—Ay, habla la chica millonaria. Por cierto, ¿él descubrió que roncas por la noche?

 

—¡Cállate! —me regañó divertida y me empujó.

 

Ambas ingresamos a la gran casa, mira con los ojos abiertos como platos, que living o lo que sea que fuera era más grande que todo el departamento donde vivíamos.

 

 Seguimos caminando durante varios minutos en silencio, recorrimos una escaleras que eran en forma de caracol. Seriamente subimos, observe estaba todo completamente limpio. No sabía ni siquiera una partícula de tierra en ningún lugar. 

 

—Esto sí que no es abajo de mi cama —murmure.

 

—Este lugar siempre está siendo, limpiado por las empleadas. 

 

—Vaya —exprese con asombro y sin poder creerlo. 

 

—Te dejaré aquí para que te puedas instalar. 

 

Suspiré sin poder creerlo, era tan brillante como que todo me parecía completamente y real. 

 

Guarde todas mis cosas así nomás, en el placard no tenía ánimos de estar viendo la ropa que había traído. 

 

Salí hacia fuera, mire atrás de la baranda la parte de abajo. El primer piso cómo se encontraba bastante solitario, sabía que mi hermana se había marchado para ir a trabajar, ella siempre había sido muy cuidadosa con el dinero, al igual que había trabajado muy duro para poder mantenernos a mí y a mi madre, y también estudiar en la universidad.

 

Ahora ella era una doctora ingeniera, completamente eficaz. Ambas íbamos en la misma universidad pero una de las dos tenía que abandonar. Puesto que habían recortado las horas de trabajo en el restaurante donde ella servía.

 

Suspiro, al recordar que yo tomé la decisión, y creo que fue la mejor.

 

Aunque ahora lo dudo.

 

¿Acaso él, me hubiera morado a mí?

 

Quería ir a tomar un vaso de agua a la cocina, a través de la isla, que era tan grande que casi me la tropiezo. 

 

Cuando tomo el vaso de agua, me lo bebo de un trago. Tengo sed, los nervios habían hecho estragos en mi cuerpo, y eso era uno de los factores que más me había dicho comprobarlo.

 

 Cuando me doy la vuelta después de guardar todo, me tropiezo con un cuerpo que me hace desastabilisarme.

 

Me hago hacia atrás, estoy cerrando los ojos esperando la caída, cuando siento una mano detrás de mi cintura.

 

Al abrir los ojos, me doy cuenta que se trata de el, de la persona que me había sacado la respiración y los sueños por tanto tiempo.

 

Él, una persona que durante tantos años, había tenido dentro de mi corazón. 

 

—Profesor... lo lamento —murmure un poco avergonzada.

 

—No tienes que llamarme así, ahora soy tu cuñado. 

 

—Tienes razón —dije un poco avergonzada, mientras sentía que el aún me tenía entre sus brazos, incluso puedo sentir su respiración chocar en contra de mis labios, pero no me aparte. 

 

El, me colocó de pie, mientras se alejaba. Suspiré, recordando el momento en el que lo conocí. Había entrado muy temerosa en ese día, había sido exactamente hace 3 años, cuando había iniciado a la universidad punta todos los estudiantes, estaban revoloteando de un lado al otro.

 

Lo único que quería era encontrar un pupitre vacío y en cuanto lo hice como el silencio se hizo abundante.

 

 No podía ser cierto, que todos subieron quedó en silencio porque yo me senté. Cuando alguien, ingreso.

 

 Era el hombre más bello que había conocido en toda mi vida junto sus facciones parecían estar hechas por un artista.

 

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