Capitulo 41.2

Gimió y se arqueó en el aire cuando Miguel acarició sus costados. Se sentía tan bien ser tocado, acariciado. Él quería tocar, también la sola idea le ponia ha cien. Asi que hizo un movimiento audaz y ropio la camisa de Miguel, este se deshizo de los trozos de tela, el pecho desnudo con cual habia estado soñando estaba justo encima de él.

Toda esa piel suave, combinada con una mancha de vello oscuro en la parte superior de su pecho, era increíblemente deliciosa. Valentino dio un ligero empujón a los hombros de su compañero. Se sorprendió cuando el hombre fácilmente rodó sobre su espalda. Se inclinó y siguió el pequeño rastro de pelo castaño oscuro desde el borde del ombligo y hasta su pecho a un pezón de color oscuro escondido en el pelo aún más rizado.

Oyó gemir suabemente a su pareja cuando le mordió suavemente el pezón. Grandes manos se enroscaron en su cabello, sosteniéndolo allí pidiendole mas de esas caricias de manera silenciosa. Valentino lo tomó como una invitación para má
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