Los ojos de Miguel empezaron a brillar de ira, su temperamento explosivo estaba a punto de hacer gala de presencia.
—Me voy.
—No te dejaré. — Miguel no podia comprender que era lo que Valentino queria en un segundo se mostraba frio y al siguiente se estaba a ferrando a le con la desesperacion de un amante que no queria ser abandonadado —Incluso aunque tuviera que atar a Miguel a la cama, tu no saldrias por esa puerta
Los ojos de Miguel ardieron de furia. ¿Quien se creia que era para atarlo a una cama?
—No puedes detenerme.
—Te ataré a tu cama, si es necesario. —Valentino repitio las palabras aunque al segundo se dio cuenta de su error.
Miguel levantó una ceja hacia él. El repentino calor que innundo la habitacion. Valentino vio como Miguel se quedaba inmobil y luego caminaba hacia el con paso lento.
— Miguel, no puedo...
El aludido entrecerró los ojos, algo dentro de el estaba cambiando, luchando por salir a la superficie y Miguel no estaba seguro de querer contenerlo mas.
—Si d