CAPÍTULO 90. CADENAS RESERVADAS

Toronto, Canadá.

Al día siguiente.

—Estoy muy molesto por la forma en la que llevaste el caso del señor Alexander Walton —vociferó el doctor Seville. — ¿Qué es lo que pretendías? —gruñó. — ¿Acaso deseabas matarlo? —golpeó con fuerza su escritorio con sus manos.

Los labios de Olivia se entreabrieron al escuchar las duras palabras de su jefe.

— ¡No!, claro que no, jamás haría algo en contra de Alexander —aclaró—, deseaba ayudarlo…, salvarle la vida, ese es el juramento que hice cuando me gradué, y día a día me esfuerzo por cumplirlo —enfatizó.

— ¡Pues no se nota! —exclamó el doctor Seville—, si no hubiese llegado a tiempo, lo que le esperaba a Alexander, era la muerte —riñó—, todo por la sarta de negligencias que ocasionaste. —Presionó con fuerza sus dientes.

Separó los labios en una gran O, al escucharlo decir esas palabras que retumbaron con fuerza en su interior y le extendió el expediente médico del señor Walton.

— ¿En qué momento investigaste, si estaba durmiendo bien, o si estaba
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo