POV de Hugo
El aire en la habitación seguía vibrando mucho después de que la luz del cuerpo de Clara se apagara.
Yo permanecía en el umbral, con el sudor frío bajándome por la nuca, observando cómo caía al suelo, respirando rápido pero con un ritmo estable.
Lyra estaba abajo, organizando los escudos lunares, pero sabía que era inútil: su poder ya estaba fuera del control de cualquiera.
Incluido el mío.
Caminé despacio hacia ella.
Un tenue brillo seguía latiendo en la punta de sus dedos.
Ya no era una luz suave.
Había un pulso en ella, un ritmo parecido al de un corazón, pero no uno humano.
Me agaché a su lado sin atreverme a tocarla.
Cada vez que mi piel se acercaba a la suya, el aire se calentaba de golpe.
—Clara…
Abrió los ojos despacio; sus pupilas cambiaron de color un segundo antes de volver a la normalidad.
—Estoy bien —murmuró.
Sabía que mentía, pero no tenía fuerzas para discutir.
—Casi incendias la mitad de la casa.
Se incorporó despacio, llevándose una mano a la cabeza.
—No