—Dejó una nota, así que ella salió por su propia voluntad, solo resta esperar a que anochezca para saber a dónde fue— dijo Paolo con una pequeña sonrisa.
Él no tenía idea de cómo actuar frente a la situación, pero recordaba lo que no le agradó que hicieran en ese trágico momento.
—Vamos a esperar juntos, si no llega a la hora acordada, comenzaremos la búsqueda— se sentó en el sofá —¿Qué es ese olor? — preguntó mientras arrugaba su nariz.
—¿Olor? — Repitió extrañada mientras se acercaba a detallar ese extraño aroma —¡Es vino! Yo no bebo vino, no había en casa— susurró mientras observaba extrañada a Paolo.
—Ese vino es el que había en la fiesta de anoche, es imposible que se haya conseguido tan fácil— sentenció Paolo después de haber examinado detalladamente aquel arom