54.
JUDE
Me duele el corazón. Solo con esas palabras puedo definir lo que estoy sintiendo en estos momentos al ver el cuerpo de mi primo en una jodida cama metálica cubierto con una sábana blanca.
Veinticuatro horas han pasado y es como si el tiempo no lo hubiera sentido en absoluto. No fui capaz de dormir, ¿cómo podría? La casa estuvo llena de policías hasta altas horas de la madrugada. Tampoco podíamos permitirnos salir porque además de tener este problema encima tengo a todos los reporteros y medios de comunicación asentados en la reja como si fuera un campamento. Y no fue sino hasta que nos llamó la policía para que recogiésemos el cuerpo que vimos todo lo que se desató de la muerte de Jason.
Tengo hasta náuseas al decir que falleció. Es una palabra que jamás hubiera querido utilizar para ningún miembro de mi familia, sin importar lo que hicieran. Llevan mi sangre, me vieron crecer, me dieron la vida. Yo vi crecer al joven que ahora está pálido y tieso por culpa de alguien que... espe