Mundo de ficçãoIniciar sessãoUn olor dulce llena mis fosas nasales, tengo la sensación de estar flotando en el aire, aprieto los ojos antes de abrirlos, miro al techo tratando de recordar donde estoy y entonces la veo acostada sobre mí. No me molesta, ella me agrada porque su aroma es delicioso y su piel es muy suave. La puerta se abre y Charles se queda boquiabierto al ver la escena.
— Hay que despertarla tío, James la espera abajo – acaricio su cabello y se mueve acomodándose sobre mi cuerpo, encaja a la perfección y no voy a negarlo.
— ¡Leila, despierta… creo que tu cama necesita ir al baño! – levanta la cabeza y abre los ojos, dudo que me vea ya que se nota dormida aun ¡está preciosa! — Necesito, ya sabes… vaciar mi vejiga antes de que lo haga en la cama – observo al peque y sonrío ante su expresión preocupada.







