-Martínez y Zhamar, 10.- Escuché con cansancio la voz de la Troll mientras anunciaba las notas que logramos en el trabajo de "Orgullo y Prejuicio".

Todo gracias a mi melliza, que tiene complejos de nerd escondidos dentro de sí, aunque los oculta con cabello bien peinado y litros de maquillaje.

-Para la próxima, te ayudaré con el trabajo, lo juro. - Susurró mi amigo en mi oído; siempre dice lo mismo.

Simplemente los trabajos en casa no son lo suyo y yo entiendo eso. Él es increíble en matemáticas así que siempre le quito la copia, es trabajo en equipo, amigos.

El timbre de salida al primer "Break" me sacó de mis pensamientos.

-No olviden leer la anto...- Dejé de escuchar a la Troll al salir del salón de clases.

Mientras caminaba por los pasillos alcancé a ver a lo lejos al chico que antes estaba molestando a Sara-Lee y me dispuse a caminar hacia él para volarle los dientes, pero una cabellera negra, despeinada, me lo impidió.

-Ya sé lo que intentas, que ni se te ocurra. - Dijo al bajar mi vista hacia ella.

Esta chica nunca se maquilla, ahora que la detallo bien.

- ¿Te estaba molestando, te lastimó el brazo, te gritó a mitad de la calle y aun así quieres que no le diga nada? ¿Qué m****a, Price? - Sonaba molesto, y lo estaba; ese imbécil la estaba molestando y solo yo puedo hacerlo. Sé que ella lo rechazó y por eso él estaba tan agresivo, y eso no se va a quedar así.

-Caleb, no me pasó nada, está todo bien. - Dijo con ese tono relajadamente tierno, que le bajaba las velocidades a cualquiera. - No quiero que te metas en un problema por mi culpa ni mucho menos; si peleas aquí, podrían suspenderte. - Puso su mano sobre mi brazo, dándome pequeñas caricias. - Estamos por graduarnos, de nada te servirá, olvida lo que viste, por favor.

No lo olvidaré; imposible. Solo me alejaré.

-No lo buscaré más, pero, si vuelvo a verlo comportarse así contigo, a cualquiera, le sacaré cada diente parte por parte, y para eso no necesito tu permiso. - Continué mi camino, seriamente.

Siempre cumplo mis amenazas, así que más le vale a ese idiota bajarle tres rayas a su tigre, porque éste galán, no se las guarda.

-Oye, Espectro. - Me llamó una voz aguda a la distancia. - Cariño. - Me detuve a esperarla.

-Dime, preciosa. - ¿Y esta quién es? 

- ¿Sabes? hoy tengo casa sola y, esperaba que te dieras una vuelta a hacerme visita, es que me da miedo estar solita. - Hizo un puchero que la hacía ver patética.

Pero estas son ofertas que no puedo rechazar.

-Claro, linda, dime la hora y el lugar. - Dije, agravando mi voz.

Este nene que está aquí, la va a pasar muy rico hoy.

-Perfecto, es calle Merry 1322, te veo a las 4:00, bebé. - Le sonreí y seguí mi camino.

Esto me pasa muy seguido, soy putamente irresistible, y mi Caleb Jr. también lo es.

-Oye ¡Fantasmita! - Gritó mi hermana cuando terminé de llegar al área donde siempre me sentaba con mis amigos.

- ¿Qué quieres, Alanna? - Estoy de maravilloso humor así que no me molestes ¿Dónde están las chicas y por qué no vas donde ellas? - Dije tratando de sonar fastidiado, no funcionó.

-De hecho, quiero hablar algo contigo, hermanito. - Dijo con esa cara de hermanita, que sabe que me deja a sus pies.

- ¿Pasa algo? - Ablandé mi mirar; no venía para molestarme.

-Es que las chicas y yo estamos preocupadas por Sara-Lee. - Puse toda mi atención.

Lo sabía. Algo pasaba y ella, como siempre, quería hacer ver sus problemas como menores o como si lo tuviera bajo control.

-Un chico de nuestro grupo empezó a molestarla mucho, la sigue a todos lados y le manda mensajes siempre, lo notamos hace un tiempo, pero ella quiso achicarlo, ya sabes cómo es. - ¡Y vaya que sí lo sabía!

-Lo sé, los vi ayer, pero quiso despistarme con una excusa barata. - Dije buscándola con la mirada.  Estaba sentada en una mesa del jardín con sus amigas comiendo un sandwich y riendo, a unos metros de distancia se hallaba el susodicho acosador mirándola y aparentemente tomándole fotos con su celular. 

-Ella cumple años el viernes y les dijo a sus padres que no quería hacer una fiesta, sospechamos que es por miedo a que ese loquito se aparezca. - Dijo ella mirando al chico también, con mucho odio.

- ¿Y eso a mí qué? - Regresé mi vista a mi hermana. - No me malentiendas, pero, yo no puedo hacer nada para convencerla; si no te escucha a ti, menos a mí. - Ella sabe que tengo la razón.

-Obviamente no te pediremos que hables con ella, lo único que hará será decirte que está todo bien y te dirá una mentira de esas raras e increíbles que ella da- Y me miró a los ojos, como perrito regañado. - Queremos que con tus amigos la cuiden en la fiesta sorpresa que armaremos el viernes. - Me sonrió cono angelito.

- ¿Harán una fiesta para ella sabiendo que ella no quiere fiesta? - Ahora estaba confundido. - ¿El Sr. Thomas y el Sr. Lee saben de su plan? - Pregunté antes de cualquier otra cosa.

-Si, de hecho, ellos pagarán parte del dinero necesario. - Se detuvo y detalló mi rostro. - ¡Oye! No todos los días se cumplen 18 y ella no se perderá esa fiesta loca de legalidad completa por culpa de un puto loco acosador. - Dijo mi hermana y tenía toda la razón.

- ¿Entonces me pides que mis amigos y yo seamos niñeros de la Mocos en esa fiesta? - Alcé una ceja.

Aunque estaba bien que se preocuparan por ella, yo no estaría toda una fiesta detrás de ella, tiene buen culo, pero si no voy a tocarlo no vale la pena.

-No, no, pon atención, chimpancé. - Estaba estresada; hasta a mí me estresa este asunto del acosador. - Solo queremos que estés atento por si ves algo raro o si de pronto ya no ves a Sara-Lee por ahí, solo estar atento, Fantasmita, por favor.

- Está bien, hablaré con los muchachos, pero, cuenta conmigo.

-Eres un amor, Fantasmita, adiós. - Y salió corriendo donde estaban el resto de las chicas.

Choqué miradas con Sara-Lee y me lanzó una sonrisa dulce y tranquilizadora, que provocó una de mi parte también.

Seguí mi camino, hablé con los muchachos y estuvieron de acuerdo, luego de eso fuimos a clases y todo el día pasó tranquilamente.

El tipo raro no se acercó a Sara-Lee el tiempo que estuvo a mi vista y tenía una cita para coger a las 4:00 así que todo iba muy bien.

Subí al auto y me dirigí directo a la dirección que me dio la desconocida de buenas tetas.

Me detuve en un semáforo en rojo y vi una cabellera despeinada por el retrovisor que me hizo voltear, era Sara-lee en uno de esos autos del gobierno que son para hacer pruebas de conducción.

La llamé al móvil para ver si contestaba, sabía que podían bajarle puntos por eso así que quise ver qué tan responsable era.

Bajó su vista al celular y luego la regresó al frente; no contestó.

Sentí odio/orgullo por ella, odio porque no me contestó y orgullo porque no me contestó.

Nadie ignora al Espectro, debes estar puesta para este papasito todo el tiempo; pero eso aplicaba para todas menos para Price, pésimo servicio.

El semáforo cambió y ella avanzó directamente, parecía nerviosa pero tranquila; yo también avancé, crucé a la derecha para dirigirme a la calle indicada y prontamente llegué al lugar.

***

Pasé una buena tarde, la chica no estaba tan buena como aparenta, pero lo mueve bien, hay que darle crédito.

Descubrí que se llama Amber luego de haberla llamado por otro nombre por error, pero eso no nos detuvo.

Pasé por Josh a casa de una chica y nos fuimos juntos a casa.

Me usa de choffer desde que, por conducir borracho, atropelló al perro de su vecino. Tuvo que pagar 5.000 dolares y perdió su licencia.

Al entrar a casa vimos el grupo de chicas sentadas en la isla de la cocina mientras olía a pastel combinado con el delicioso olor de la lasaña de Sara-Lee.

- ¡Huele delicioso! ¿Son ustedes, bizcochos? - Exclamó Josh al correr a abrazar a Meghan y Courtney por los hombros.

-Hola, guapo. - Dijo Meghan mirándolo maliciosa. - Hola, fantasmita. - Al mirarme a mí por un momento.

-Hola chicas. - Sonreí para todas.

-Es Sara-Lee la que cocinó la lasaña ¿Cierto? -Dijo Josh, que también reconoció el olor.

-Si, fue al baño y ya viene para sacarla del horno y servirla. - Dijo mi hermana, llevando el pastel acunado en sus manos a la mesa de comer.

- ¡Ya volví! - Dijo la chica bajando las escaleras. - Oh... Hola chicos ¿Celebrarán con nosotras? -Dijo ella sonriendo.

- ¿Qué celebramos? -Soné curioso, y lo estaba.

-Que mi chinita pasó su examen de conducir. - Respondió Meghan abrazándola de los hombros por detrás.

- ¡Genial! Felicitaciones Sara-Lee, ya tengo quién me lleve a todos lados cuando Espectro no pueda. - Habló Josh. Interesado.

-Interesado. - Soltó Courtney sacándolo de mi mente.

- ¡Oh vamos, nena! ¿Sí me harías de uber, Sara-Lee? - Dijo él abrazando al Courtney y mirando a la pelinegra fijamente con una sonrisa.

-Claro que sí, Josh, cuando quieras. -Dijo ella con dulzura. - Oye, Caleb ¿Para qué me llamaste esta tarde? Perdón por no contestar, estaba a mitad del examen. - Me miró por primera vez.

-Lo siento, fue sin querer, me senté sobre el celular. - Soné desinteresado. Quería hacerme el molesto con ella por defender tanto al acosador.

Ella lo entendió y no me dijo nada más ni me dirigió la palabra en toda la cena.

-Chinita. - Dijo mi hermana atrayendo su atención. - ¿Te sigue molestando el chico de esa noche? ¿Lo invitaste?

Mis ojos no evitaron correr donde ella.

¿Chico?

-No, solo fue por esa noche lo de ese muchacho, al final como que no me gusta tanto ¿Sabes? - Respondió ella tiernamente mientras cortaba un trozo de lasaña para servirse.

- ¿Por? -Preguntó Courtney. Parece ser que quieren sacarle información.

-Ya saben que el sexo ocasional no es lo mío, pero, tampoco es lo mío tener relaciones estables con chicos que tengan el cabello grasoso y los oídos sucios. - Hizo cara de desagrado exagerado.

Asco.

Esperen... ¿Sexo ocasional?

La cara de Josh se estiró como masa para pizza.

- ¿No eres virgen? - Preguntó sin escrúpulos.

¡Mierda, hombre! ¡Esas cosas no se preguntan así!

Todas las chicas rieron.

Esa era la respuesta negativa a la pregunta.

La noche siguió normal, vimos algunas películas y Sara-Lee se fue a su casa luego de un rato.

Yo moría de cansancio y me fui a mi habitación a descansar porque mañana tenía entrenamiento.

"Buenas noches amorcito" Me dije a mi mismo al espejo.