Quirico levantó una ceja. Nunca le caía bien Tino, siempre lo consideró una persona impulsiva que no consideraba las cosas. Los hechos demostraron que el juicio de Quirico era correcto: Tino era un tipo con fuerza pero sin cerebro. Si él hubiera sido un poco más inteligente y menos arrogante, no habría terminado así.
En ese momento, Tino ya estaba atado en la cueva donde se encontraban Benedicto y los demás. Fane lo arrojó en el rincón más alejado de la cueva. Aunque Tino había recuperado la conciencia, su alma estaba tan dañada que estaba acabado por completo. A menos que se encontrara una medicina milagrosa, no sobreviviría más de dos días.
Después de verlo a Tino, todos se mostraron emocionados y ansiosos. Ricardo ya les había explicado todo, y sabían que Tino era uno de los tres líderes de la alianza de caza.
Muchos guerreros del mundo de tercer nivel habían muerto a sus manos. Si solo los hubiera matado de un golpe, no estarían tan furiosos. Pero habían visto con sus propios ojo