14. Marioneta
Nos acercamos a la casa usando cobertura de árboles y sombras. Todo estaba tranquilo, normal. Demasiado normal para mi gusto.
Sarah desactivó la alarma de la puerta trasera en menos de treinta segundos. Talento útil.
Entramos a una cocina que parecía salida de catálogo de diseño de interiores. Todo limpio, organizado, impersonal. Como si nadie realmente viviera ahí.
—Primera planta despejada —susurró Sarah después de revisar rápidamente.
—Arriba —murmuré.
Subimos las escaleras lentamente, evitando los escalones que sabíamos que crujían por el reconocimiento de Sarah. El pasillo de arriba tenía tres habitaciones: baño, oficina casera, y dormitorio principal.
La puerta del dormitorio estaba entreabierta.
Me concentré, tratando de usar mi poder para "sentir" si había alguien en la habitación. Inmediatamente detecté presencia humana, pero algo estaba mal. La sensación era... apagada. Como si la persona estuviera ahí pero no completamente presente.
Logan olió el aire y frunció el ceño. —Al