-¿Que demonios fue eso?- Exclama Gib alterado. Su voz como un interruptor sacandonos del transe silencioso en el que nos había dejado la partida de Arima.
Podía escuchar movimientos aquí y allá, voces gritando, pidiendo explicaciones y otras preocupadas, unas mas cercanas que otras, pero no solo no podia sino que no queria entenderlas. Había cosas más importantes en mi mente, preguntas que pedían respuestas y había pocas personas que me las podrian brindar.
Mis ojos caen en una de ellas.
Tamara, quien se encontraba sobre sus rodillas a la altura de un medio despierto Liam, portaba una expresión impasible y concentrada, sus manos libres de cualquier arma que momentos antes por arte de magia habian aparecido revisaban a el pelirrojo, haciendole preguntas que no escuchaba ajena a mi mirada, ajena al revuelo a su alrededor.
Aristo en cambio se habia levantado y ahora era el centro de preguntas y reclamos, podia notar la tension en su rostro, esa arruga a la altura de sus cejas lo de