-Estoy molida- Dice Jane a mi lado. Todos estábamos descansado sentados con la espalda en la pared. No creo que fuera muy saludable dado que la pared estaba helada y nosotros sudando y con la temperatura corporal bastante alta a comparación, pero a ninguno nos parecía importante y estaba muy cansada para decir o hacer algo.
Asentimos ante sus palabras y nos quedamos en silencio solo escuchando nuestras respiraciones. No sé cuánto tiempo nos quedamos sentados sin decir nada. Tamara ya había dado por terminado el entrenamiento y se supone que nos esperaba en el comedor, pero no tenía fuerzas para moverme.
- Te juro que tampoco estoy feliz contigo de compañero, imbécil - Victoria se levanta mirando hacia Myles con una mirada fulminante para luego salir de la sala de entrenamiento, dejándonos a todos sorprendidos. ¿Qué había pasado?
- ¿Y ahora qué hiciste? - Gib le reclama a Myles.
-No hice nada. No puedo creer que ya ni puedo expresarme en mi propia mente. Si no le gusta lo que pienso