Capítulo 20. El brindis de la ruina.
Capítulo 20.
El Brindis de la Ruina.
La música de violines inunda el gran salón de la Mansión Fernier, un espacio de mármol y oro digno del prestigio de Fernando. Decenas de invitados de la élite social y empresarial se mueven entre risas y copas de champán, ajenos al drama que se cuece a fuego lento.
La Glorificación de la Fachada
Fernando se luce. Él es el centro del universo esta noche, el festejado, el empresario exitoso y el futuro padre. Se mueve por el salón, estrechando manos y aceptando halagos con una soberbia apenas disimulada.
Por un momento, él olvida a Kaitlyn. Su atención está cautivada por la figura de Samantha, vestida con el escarlata que grita vida y fertilidad, colocada estratégicamente a su lado. El brillo de las joyas y la evidente hinchazón de su vientre la convierten en el centro de atención.
“¡Fernando, te ves radiante!” exclama un socio, dándole una palmada en la espalda. “Y felicidades por la próxima llegada. ¡Qué hermosa madre tendrá tu heredero!”
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