CAPITULO 4 UN GIRO DE 180 GRADOS

Daniels se fue a una mesa al fondo donde una diligente camarera se apuró a tomar su pedido

—Lo dicho, mira a Tania como se esmera por atenderlo y a nosotras que nos coma el tigre, tenemos media hora aquí y ni pendiente de tomar nuestra orden- apunto Vanesa mirando con irritación a la camarera que en el pasado había sido amiga suya.

—Mi amor yo también lo haría si fuera ella- apunto Cristal sin despegar su mirada de Daniels Travers - es más estoy que me pongo un delantal y voy hasta allá a servirlo- dirigiéndose a Melisa agrego- Amiga, ese hombre no solo es guapo, es muy sensual y vaya que pensamientos me han venido- lanzo un profundo suspiro y con sinceridad expreso -tienes tanta suerte, vas a viajar con él, vas a estar en su casa con él, vas a compartir las comidas con él y tal vez te decidas a compartir su cama

—Cristal ¡por favor!- Melisa lanzo un gritito reprendiendo a su amiga.- mi único interés de ir con él es conocer a mi padre, punto y final , ya no hablemos más de este asunto

Luego vieron como la camarera volvía con el almuerzo para él, y Cristal la chiflo

—Oye Tania, deja de babearte tanto y ven a tomar nuestra orden

La pelirroja las fulmino con la mirada y entonces fue hasta ella y tomo su orden diciéndole despectivamente

—Creen que voy a preferir atenderlas a ustedes que a el

Para picarla, Cristal agrego:

— Pues te diré que ese galán es todo de mi amiga Melisa

Tania se crispo de rabia, que no oculto. Cochina envidia, siempre se la había tenido

— Caramba Melisa tu no pierdes el tiempo....- apunto mordaz

—Que no es....

—Sabias que se la va a llevar a New york- agrego Vanesa con toda intención

—No te creo- negó Tania

—Anda dile Melli- insistió Cristal encantada de mortificar a Tania Altamirano

— Si, y si no me crees puedes preguntarle. Mañana me voy a vivir a su casa y no pienso darte más explicaciones- informo Melisa escuetamente.

—Pues que suerte tienen algunas- dijo haciendo un mohín de disgusto y se fue con el pedido

Cristal y Vanesa se rieron de buena gana, encantadas de haber molestado a Tania quien había sido íntima amiga de Vane y Cristal pero cuando apareció Melli en sus vidas, está por razones que no entendían, demostró una abierta aversión y no perdía oportunidad de querer hacer sentir mal a Melisa, haciendo alusiones a su origen, al hecho de ser criada en un orfanato y no tener padres, era si pues, una experta en hacer Bulling, pero la vida se encargaba de hacer justicia había dicho una vez Vanesa, pues de ser Tania una chica de clase media alta, muere su padre, y se da cuenta que están arruinados y entonces ella se vio obligada a buscar empleo amargándose más, consiguiendo hasta ahora el puesto de camarera en esta cafetería y eso acrecentó su odio por Melisa, porque lo cierto es que le tenía envidia a Melisa porque era mucho más bonita, era una profesional, y porque su corazón generoso había sabido ganarse el cariño tanto de Cristal como de Vanesa.

— Buenas tardes Srtas., nos vemos a las 5 Melisa

Ella asintió con la cabeza y el salió del restaurante.

A las cinco, vestida con unos jean apretados y un suerte de cuello de tortuga Melisa se dirigió al Café Saint Morez donde quedo en verse con Daniel Travers, al llegar vio que él ya estaba allí esperándola así que sin perder tiempo fue hasta su mesa

—Hola- lo saludo seria

—Hola, toma asiento- le indico el asiento delante de el

—Y bien Melisa ya tienes una respuesta?- le pregunto yendo al grano

Ella respiro profundo y al cabo de una pausa inquirió

—Está bien si me iré con usted

—Okey, ahora vamos a ultimar los detalles entonces, ¿comes conmigo?

—No, en realidad no tengo hambre- no podría pasar bocado, su estómago estaba hecho un caos, de las emociones contradictorias que estaba viviendo.

Por un lado saber que pronto conocería a su papa y hermana, aunado a la tristeza que le producía su padre la enfermedad de su padre, sabiendo que el tiempo que compartirán seria breve.

Eso por un lado y por el otro, estaba Daniels Travers, y como dijeran sus amigas, viviría con él, comería con él, pasaría mucho tiempo con él, y en cuanto a lo otro, ni soñar. Todo esto sin embargo la lleno de una emoción indescriptible.

- Café y galletas- no era una pregunta, llamo a la camarera y le pidió 2 cafés con leche y un toque de miel más galletas de chocolates, que por cierto eran las preferidas de Melisa

La mesera, tomo la orden babeándose literalmente así que al retirarse la empleada, ella se le soltó

— ¿Siempre causa esa reacción en las mujeres?

—¿Cuál?- pregunto haciéndose el desentendido, lo cierto que esa pregunta lo había divertido

—Tiene extasiada a las camareras, incluida la de este mediodía y bueno también embobada a mis amigas-

"Porque te cuesta tanto quedarte callada"- se reprochó Melisa- tenía que haber dicho eso, ahora el estaría pensando que ella también estaba embobada por el, cosa que tal vez era cierta, pero ella tenía su orgullo. Sabía que estábamos en pleno siglo XXI y ahora las mujeres eran lanzadas, si alguien les gustaba se lo hacían saber sin complejos de ningún tipo, pero ella no era así, jamás pudo ser así, ella prefería que fuera el hombre quien tomara la iniciativa y así evitar llevarse decepciones por un amor no correspondido.

—¿Y a ti como te tengo? – pregunto el a su vez y ahora si provoco que las mejillas de ella se tiñeran de rojo intenso por la vergüenza

Respiro profundo, y haciendo acoplo de todo su autodominio, puntualizo

—De ninguna manera, usted no es mi tipo de hombre

—¿Tienes un tipo específico?- pregunto interesado

—No, pero lo que si se es que usted no es

—¿Y porque si se puede saber?-Parecía muy expectante e interesado por su respuesta, sus ojos parecía traspasarla queriendo llegar a su alma

—Es demasiado serio, demasiado pomposo, y frio como un perfecto inglés, yo quiero a alguien que haga sentir viva y no me mate del aburrimiento-

Porque eres tan mentirosa, Melisa, se reprendió a sí misma.

Si fuera aso, entonces porque moría por los Darcys de sus películas predilectas,(Orgullo Y Prejuicio y Briggitte jones) que contradictorio.

Lo dicho, hoy había decidido meter la pata hasta el fondo, "ella y su bocaza", porque dijo aquello, al ver la expresión de él, su enojo visible ante lo dicho, la hizo arrepentirse totalmente de haber soltado esa sarta de estupideces, pero ya era tarde para tratar de corregirlo

—No parecías aburrirte cuando bailamos, según mal no recuerdo, te gustaba mi cercanía y los besitos que te di, no te escuche quejarte

Ella enrojeció nuevamente, pero llego la camarera y se sintió salvada por la campana

Tomo su café y con cuidado lo tomo,

Estoy esperando una respuesta- demando el sin dejar de mirarla intensamente

—No sé qué se imaginó, pero no me gusto para nada, solo, tenía razón, el licor nos hace perder el juicio.

- Si como es que no puedo creerte- indico el echándose hacia atrás y relajándose, incluso ahora había burla y diversión en su mirada

- No me importa si me cree o no, pero lo que si se es que jamás se repetirá, A lo que nos toca, hablemos más bien del viaje, y hábleme por favor de mi papa y mi hermana por favor-fue casi una súplica mortificada y el decidió bajar las defensas y en la próxima media hora le dijo todo lo que necesitaba saber de su padre y hermana y también ultimaron detalles de su viaje y el encuentro con su futura familia.

***

El sábado por la noche fue la despedida oficial, decidieron ir al club donde trabajaba Diego, como era la costumbre y entre cervecitas y platica, todos le desearon los mejores augurios a su amiga.

Y se abrazaron con ese cariño inmenso que los había unido desde hace muchos años

A Diego lo conocía desde el orfanato por eso el la llamaba su hermanita. A Lucas lo conoció por Diego quien primero salió del orfanato y cuando ella salió se mudó con Diego y ellos tres se hicieron súper amigos, a Vanesa la conoció en su primer trabajo de mesera en una cafetería y se hicieron inseparable, luego eran 4 y finalmente se agregó Cristal, amiga de infancia de Vanesa y así conformaron lo que ellos llamaba, los 5 fantásticos.

Era la familia que Dios le había regalado, pero ahora muy pronto conocería a su hermana de sangre, a su papa y eso la llenaba también de profunda emoción.

Eran las tres cuando la llevaron a su casa, en el carro de Diego y nuevamente se despidieron entre abrazos y lloros, las chicas se pusieron súper sentimentales y las lágrimas estuvieron a la orden del día o más bien de la madrugada. Eran muy unidos, eran una familia, eran los hermanos que siempre anhelo, cada uno daba la vida por el otro si era necesario, así era el cariño que los unía.

***

Daniels Travers puso en marcha su auto, tan pronto Melisa entro a su casa,

Melisa se despierta el domingo pasadas las 9 am y en timbre está sonando hasta rabiar, se da cuenta que hoy es el día que se iría con Daniels Travers a conocer a su familia, a las 9 habían acordado,

Se apresuró a salir de la cama, como pudo quedarse dormida, claro después de haberse dormido casi a las 4am y con semejante resaca, no digo que no se quedara dormida

Ya dejen de tocar el timbre. Grito sintiendo que su cabeza era un caos a punto de estallar.

Así que no espero cambiarse, tal y como estaba en su ropa de dormir, decidió ira a abrir la puerta

Un acicalado, bañado y súper perfumado Daniels Travers estaba en la puerta y al verla hizo un mohín de desagrado al ver el estado deplorable en que ella se encuentra.

Lo sabía, debía verse horrible sin peinar, con ojeras hasta los pies, demacrada y sin maquillaje. Pero quien era el para juzgarla, el hecho de que el fuera extremadamente guapo no le daba ese derecho.

—Vaya que la paso bien anoche- apunto en tono mordaz

—Muy bien, mis amigos me hicieron una despedida y..,. alto porque le das tantas explicaciones. Se dijo, deteniéndose – en fin eso es algo que usted no le importa

—Quedamos a la nueve y son ya las 9 y 20

—Que exagerado, se va a acabar el mundo por 20 minutos de retraso

—Quizás para ti la palabra, el compromiso y la responsabilidad no sea algo muy importante, pero para mí si lo es

—Obvio

—Perdón

—No le parece que debería relajarse de vez en cuando, es tan estirado, siempre es así de contenido

—No, no me parece, que deba cambiar-puntualizo visiblemente molesto- y deje tanta cháchara y vaya a arreglarse aliste sus maletas, apuesto que ni se ha cepillado los dientes

Como sabia, cielos seria su mal aliento que la había delatado, llena de vergüenza y sin chistar se fue dio media vuelta y se fue a su habitación y no pudo ver la cara de diversión que tenía ahora Daniel Travers quien se instaló de lo más cómodo en el mueble a esperar.

20 minutos después estaba ya bañada, maquillada peinada en una cola de caballo y perfumada.

Se había puesto unos jeans y una blusa de cuello de tortuga gris la cual era su favorita pues hacia que sus senos con su sostén pusshon destacaran.

Era delgada pero con formas bien definidas, su cadera ancha era un punto focal así como su larga cabellera rubia, y su cutis de bebe. Si era una mujer bella, quizás no hermosa como las modelos de revistas, pero de que era bonita lo era.

Termino de empacar algunas cosas y luego maleta en mano fue hasta la sala, donde Daniel Travers ya tenía cara de impaciencia. Sin embargo al verla ya mejor vestida, maquillada y peinada, Melisa creyó ver admiración en sus ojos al detallarla, aunque eso fue tan momentáneo y quizás fue producto de su imaginación y su actitud lo corroboro.

- Estaba a punto de entrar, vaya con su impuntualidad, le dije que el vuelo salía a las 10am

- Todavía quedan 20 minutos, deje el estrés por favor

- No voy a perder más tiempo discutiendo contigo, vamos

Y su vida estaba a punto de dar un giro de 180 grados

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