CAPITULO 3 PSICOPATA O QUE?

Esa mañana como todos los días, Melisa llego temprano a su trabajo en la biblioteca estatal pero a diferencia de otros días, no aguantaba el dolor de cabeza producto de la resaca de la noche anterior.

Esto ocasiono que en varias ocasiones tuviera que salir corriendo al baño a vomitar, y se llevó un regaño de parte de su jefa Helen Morretti.

Nada podía estar más mal, eso pensaba, cuando al regresar del baño se dio cuenta que alguien nuevo había entrado en la biblioteca.

Su corazon dio un vuelco y su respiracion se agito cuando vio que se trataba del sujeto del día anterior, tan guapo y circunspecto como lo recordaba

Quería escapar, ¿que hacia ese tipo allí?, acaso había venido a seguir juzgándola o simplemente todo se trataba de una casualidad o era un acosador, el miedo se apodero de ella

Daniels Travers camino directo con pasos firmes a donde estaba el objeto de su interés, Melisa Hartley sentada tras el escritorio y ella supo que no tenía escapatoria.

—Buenos días Srta. Hartley- la saludo serio- aunque a juzgar por su apariencia y palidez no la está pasando muy bien- añadió en tono critico.

—¿Eso cree?- trato de sonar calmada y relajada, pensando que no estába sola, ya que habían algunas de personas, leyendo, también estaba su jefa, así que él no podía hacerle nada

— Eso veo, - apunto mirándola de manera tan profunda que la desestabilizo una vez más- a menos que la palidez sea su color natural.

¡Qué hombre!, como si hubiera nacido solo con el propósito de fastidiarla.

—Muy gracioso usted- riposto sustituyendo el miedo por enojo. Debía tener las mejillas teñidas de color por la indignación que sentía.

El solo se mantuvo estoico y después de mirarle con "desprecio". Inquirió.

—A lo que vine, necesito hablar con usted Srta. Hartley-

—Conmigo....no veo de que- - además como sabe mi nombre,- tartamudeo cada vez más nerviosa y era extraño, porque ella no era así, por lo general era una persona muy segura de sí misma, al hecho que había sido criada sin padres, en un orfanato, había aprendido a ser independiente y también a defenderse sola

—Pronto lo sabrá, si deja de tartamudear- indico el en tono burlón

Eso la molesto sobremanera y sintió que sus mejillas se tiñeron más de rojo producto de la rabia que este sujeto con su actitud le producía

- Pues yo no quiero hablar con usted Sr. Pomposo- negó ella sin poder disimular su enojo.

El arqueo las cejas e iba a agregar algo pero en ese momento se había acercado Helen La jefa de Melisa, y más que intervenir en la discusión parecía fascinada por aquel prospecto de galán de cine, y es que no todos los días entraba en su biblioteca un hombre con ese atractivo físico, y ella estaba buscando pareja, ya que hace poco había terminado una relación y no era el tipo de mujer que permaneciera mucho tiempo sola.

—Buenos días, dígame Sr. En que lo podemos ayudar, busca algún libro en particular- su voz melosa y complaciente sorprendió a Melisa, mas como la conocía sabía que buscaba

—No, quiero hablar con Melisa- apunto mirando a Helen con desdén.

Por su parte Helen estaba muy intrigada y más aun su molestia fue visible, pues era notoria la envidia que le tenía a Melisa, la cual no había podido despedir, porque su hermano el dueño de la biblioteca, le tenía mucho aprecio a la muchacha.

—Ella está en su horario de trabajo, lo siento- apunto en tono seco

—Está bien, -acepto el sin más e ignorando a Helen se dirigió a Melisa y acoto- en ese caso regresare a la hora de la salida que es a...?

—A las 5:30 cerramos la biblioteca- informo Helen, pues Melisa estaba muda

— Esta bien, a esa hora estaré aquí entonces, y tú me esperaras.- le advirtió como si supiera que ella iba a fugarse, cosa que haría, de ningún modo le iba a esperar.

Cuando se hubo marchado el desconocido, Helen enseguida quiso indagar sobre aquel hombre tan guapo que buscaba a su empleada

—Y bien, querida, quien es él? 

—No lo se

—Está bien, no quieres decírmelo, lo entiendo- Carraspeo molesta.

—No, enserio Helen, - se apresuró a aclarar Melisa- no sé quién es, anoche lo conocí en un bar, me intercepto, fue grosero conmigo, y hoy viene aquí, no sé quién es, ni que quiere.

—En ese caso quizás debas irte temprano, para no toparte de nuevo con él además te sientes muy mal- añadió como si en verdad le importara su bienestar, en realidad lo que quería es que Melisa no se volviera a encontrar con semejante hombre, porque no toleraba que esa chica se hubiera levantado semejante galán.

—Puedo irme entonces? –Pregunto aliviada

—Hazlo- acepto con una sonrisa hipócrita

—Gracias Helen- agradeció de corazón, porque sin importar los motivos de Helen ella si quería huir y no volverse a encontrar con aquel hombre

En media hora Melisa iba en autobús a su casa, y se sintió feliz de no volverse a topar con aquel hombre que quien sabe que quería

Al llegar decidió darse un baño, se preparó algo ligero para cenar y se sentó frente al televisor a ver algún programa

Como a las 6pm decidió bajar a comprar pan para el desayuno en la pastelería cercana

Regresaba a su casa cuando pudo ver un lujoso auto estacionado frente a su casa y del cual salió su dolor de cabeza, su corazón se aceleró de inmediato, Que hacia allí, obviamente si era un acosador, se asustó pero no pudo huir pues él ya la había visto y dos zancadas estuvo frente a ella.

***

Daniels Travers estaba parado ahora frente a ella, con su imponente metro noventa, sus bellos ojos grises que la miraban amenazantes.

—Pensaste que te me escaparías, y eso que te lo advertí-indico en su tono cuestionador.

—Déjeme en paz o empiezo a gritar aquí para que venga la policía y lo lleve preso por acosador

—No soy un acosador- indico con tono calmado y muy relajado.

—Y entonces que hace persiguiéndome, como sabe dónde vivo, como sabe mi nombre- cuestiono

—Se todo de ti Melisa Hartley, hice mis investigaciones, tienes 22 años, recién graduada en administración de empresas con un posgrado en negocios internacionales, tienes 4 amigos especiales, los que te acompañaron anoche, Diego, Lucas, cristal y Vanesa y has tenido 5 novios, con igual número de empleos, digamos que no eres la persona más estable que existe, pero el punto a tu favor es que has salido adelante prácticamente sola, no tuviste un papa que estuviera contigo, y tu mama desapareció también cuando eras muy niña, y fuiste criada en un orfanato hasta los 18 años y ahora vives aquí, sola.

Melisa sintió que iba a empezar a hiperventilar, su cerebro se emboto y le faltaba la respiración.

—Como sabe todo eso de mí, ¿ y dice que no es un acosador que es entonces

—Necesito hablar contigo de tu padre- informo

—¡Mi padre!,- exclamo sorprendida y aclaro- yo no tengo padre......

—Tu padre está muy enfermo y es su última voluntad que tú puedas ir a verlo y compartir estos últimos días que le quedan de vida, es el motivo por el que estoy aquí, para llevarte a Nueva york.

Melisa respiro profundo, sintió la mirada intensa de aquel hombre, quiso descubrir en sus hermosos ojos grises si mentía, pero vio sinceridad, sin embargo se negaba a recibir noticias de un padre que estuvo ausente en su vida por 22 años.

—En lo que a mí respecta no tengo padre- su tono de voz dejo entrever un dolor profundo que no pasó desapercibido para Daniels Travers- además no tengo porque creerle, podría estar mintiéndome quien sabe con qué fin oscuro, no iré con usted a ningún lado- concluyo

—Está bien, entiendo que desconfíes de mi-, ya que soy un completo desconocido, concedió discipliente, hizo una pausa y agrego- mi nombre es Daniels Travers soy el hijastro de Frank Travis su padre, fue el quien me pidió que le buscara, para ello tuve que hacer una investigación con un detective que finalmente dio con su paradero

Hizo una pausa sopesando su reacción, ella seguía sin poder creer lo que oía. El continúo

—Soy un empresario prominente, presidente de una de las corporaciones más grande del país Providence, con sucursales en Japón, México, Brasil, Reino Unido, en fin, puede confirmar esto, buscando por internet, allí veras fotos mías y también de mi familia, y su padre, quien también es un empresario importante, además tiene una hermana Sofía Travis, tiene 16 años y es hija biológica de Frank con mi madre

Esta última revelación, la lleno de emoción. Siempre anhelo tener una hermana. Así que el miedo y la incredulidad fue sustituida por la emoción, al imaginar que tenía una hermana, lo que siempre deseo, una familia y un padre......

—¿Es eso cierto tengo una hermana también?

—Si – asintió él y continuo- Necesito Melisa que en dos días te vayas conmigo, ya tengo un vuelo reservado, solo tienes que tomar una decisión- ahora la tuteo y ella se sintió más cercana a él. ¡Por Dios que le pasaba este hombre aún seguía siendo un desconocido!.

—Como comprenderá debo tener un tiempo para asimilar esto, hacer las investigaciones necesarias- puntualizo con seriedad.

—Lo entiendo, pero no hay mucho tiempo

—En ese caso para mañana en la tarde le tendré una respuesta

—Está bien, donde nos veremos, para que me des tu respuesta

—Hay un café cerca de la biblioteca, se llama Saint Moreys puede esperarme allí a las 5 de la tarde

—Está bien allí estaré- concedió serio. ¿Acaso ese era su estado natural?

Dicho esto se fue en su auto último modelo y Melisa se metió en la casa, con un cumulo de emociones haciendo mella en su ser.

Sin pensarlo fue y busco su laptop para enseguida entrar en internet y después de teclear el nombre de Daniels Travers en el navegador espero que apareciera

Efectivamente corroboro todo lo que él le había dicho era un empresario muy poderoso, y también según un artículo un soltero muy codiciado, también descubrió un artículo donde aparecía toda la familia en un evento de beneficencia, y allí estaba otro joven de cabellos rubios muy atractivo, una señora muy elegante y a su lado estaba Frank Travis, su padre, y a su lado Sofía su hermana, era una jovencita muy bella, de mirada dulce y. La emoción mayor la invadió, el corazón parecía salírsele del pecho,

¡Tenía una familia!, finalmente tenia lo que tanto tiempo había anhelado una familia

Entonces recordó la noticia de la gravedad de su padre y su rostro se entristeció, porque ahora que finalmente había encontrado a su padre, tendría que perderlo prontamente, no lo entendía, no lo aceptaba.

Al día siguiente se reunió con sus amigas Cristal y Vanesa en la cafetería a las 12 pm para almorzar y para contarle la novedad y los gritos de alerta y preocupación no se hicieron esperar

—Amiga este cuento esta muy raro, como que de la nada ahora aparece este tipo, y te dice que tienes un padre, te has puesto a pensar si es una mentira, y si se trata de un violador

—O un tratante de blancas- acoto Cristal tomándose su trago de golpe

—O tiene alianzas con narcos y te quiere para ponerte a trabajar de narco mula.- añadió Vanesa realmente preocupada

De solo imaginar a ese hombre tan serio, pulcro y estirado en plan de narcotraficante, violador o tratante blanca le produjo ganas de reír, y entonces inquirió

—Oigan agradezco su preocupación, pero no creo que sea así, lo vi por internet, realmente es un empresario muy importante- les aclaro Melisa.

—Pongamos que no, pero puede ser un violador- opino Vanesa muy seria

—Con esa pinta no creo, puede tener a la mujer que le de la gana sin forzarla, es mas no creo que tenga que hacer mucho esfuerzo para enamorarla, ella solas caen redonditas a sus pies- apunto Cristal y sus ojos brillaron de emoción al imaginarse un beso de aquel hombre

—Si, en realidad esta guapísimo, pero aun así..- acepto Vanesa dando un suspiro- amiga es nuestro deber cuidarte

—Yo....- No pudo continuar cuando una voz ya conocida indico

—Buenas tardes Srtas.

Tanto Vanesa y especialmente Cristal quedaron con la boca abierta al ver a Daniels Travers.

Tanto Vanesa y especialmente Cristal quedaron con la boca abierta al ver a Daniels Travers.

—Quiero Aclararles que no tienen razones para preocuparse por su amiga- indico con su voz grave y aterciopelada, que parecía tener un ligero toque de diversión, a juzgar por ese brillo y media sonrisa que Melisa descubrió, quizás había oído parte de su conversación. Se veía tan hermoso cuando medio sonreía- Melisa suspiro y el la miro con suspicacia.

Lo cierto es que para ella quedo completamente descartada la teoría del violador, porque en realidad el tipo estaba para comérselo a besos, todo en el despedía magnetismo varonil, sin duda, sus amigas tenían razón, para nada era un hombre que tuviera que forzar a una mujer. Todo lo contrario este hombre debía tener un sequito de mujeres babeando por él y ella incluida, y deseo estar en sus brazos y ser besada nuevamente por él.

—"Melisa aleja esos pensamientos cochambrosos"- se dijo tratando de calmar los latidos de su corazón y el temblor de su cuerpo y voz, para centrarse en la realidad y¿ es que hacia ese hombre allí?, acaso le iba a salir hasta en la sopa

—Por Dios usted realmente me está siguiendo- cuestiono ella lanzándole una mirada fulminante que solo pretendía disfrazar sus otras emociones,

—No señorita Hartley – negó volviendo a la formalidad- esta vez aunque no lo crea ha sido una casualidad, simplemente he venido a Almorzar y le recuerdo que nuestra cita es a las 5 pm.

Cristal que estaba eclipsada por el, decidió hacerse notar ofreciendo una disculpa rebuscada

—Disculpe Sr. Travers, nosotras y nuestras bocazas, realmente no pensamos que usted sea un narcotraficante, tratante de blancas y definitivamente un violador, solo nos preocupa nuestra amiga y por eso la cuidamos.

Melisa quería matar a su amiga, le envió una mirada fulminante en cambio Daniels Travers les brindo una sonrisa condescendiente e inquirió

—No se preocupen por su amiga, personalmente velare por su bienestar

Esas palabras le llegaron a Melisa a lo más profundo de su corazón.

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