Esa tarde, Vincent como era la costumbre fue por ella
—Mi bella Melli, ya estas lista para irte
—Apenas son a las 5 – apunto sin deseos de irse, había pensado inventarse una excusa de tener algo que hacer para quedarse hasta más tarde y quizás entrar a su oficina y tratar de hablar con él. Desde el almuerzo no lo veía y lo extrañaba a rabiar.
Pero Vincent no iba a dejarla
—Hora de salida de todo el personal- apunto- o acaso quieres ser como mi hermano Daniels todo aburrido, embotado en su trabajo y sin vida social.
—Debe tenerla-lo defendió
— Si acostarse de vez en cuando con Delia, es para ti vida social.
—Delia quién es?- su alerta se activaron, y ella que pensaba que no tenía a nadie. Recordó ese nombre antes mencionado en boca del propio Vincent. Así que ya había vuelto al país y visitado a Daniels. Con razón últimamente llegaba tan tarde a casa. Los celos se apoderaron de ella.
—Ya la conocerás, ella aún tiene esperanzas que Daniels un día le pida matrimonio, pero lo cier