Despertando, Victoria sonrió al sentir las manos de Lorenzo acariciándola, y mirándolo a los ojos, volvió a sonreír.
—Mi amor… — musitó Victoria con voz queda.
Lorenzo le sonrió a cambio, y tomando su pequeña mano, la besó.
—Lo sé todo, Victoria, sé que te sometiste a una inseminación artificial