Capítulo 34: Una mujer del pasado.
Subiendo a su lujoso deportivo, Lorenzo conducía hacia Paradise; tenía asuntos relacionados a Mafia di Sacra que atender, ya había dejado vigilancia en los alrededores de la residencia Romano, hombres que no dudarían en hacer un disparo de advertencia a Laurent si se le ocurría aparecerse por allí para ver a su Victoria.
Conduciendo a gran velocidad, aun sentía su sangre hirviendo dentro de sus venas, la había besado, le había vuelto a hacer el amor como un loco, completamente posesivo, le pertenecía, Victoria le pertenecía a él, no a Laurent, y sin embargo, tenía miedo de perderla, se sentía furioso, completamente celoso del pasado que su hermano y su amada compartieron, aun cuando solo hubiese sido una amistad para ella, sabia bien que para Laurent no lo había sido, Victoria había compartido penas y sonrisas con él, algo que debía solo ser suyo, y de nadie más.
Llegando al lugar, el apuesto mafioso bajaba del vehículo para entrar a las bodegas del Paradise donde Rodríguez y Romano,