Haruka caminaba fuera del recinto, y dando una mirada a Victoria antes de marcharse, pudo ver a Angelo Benedetto acercarse hasta ella, una sonrisa se dibujó en sus labios, sin duda alguna, aquel hombre era también bisexual, pero mantenía eso oculto a todo el mundo, había visto su mirada al momento de hablar de Lorenzo Visconti, aquella mirada no era la que se le regalaba a un amigo, si no, a alguien a quien amabas como algo más que eso.

Sentía lastima por aquel hombre, tan apuesto y tan cobarde…él nunca había ocultado a nadie su verdadero ser y no habían sido pocos los que le habían escupido a la cara que era una aberración, su propio padre no estaba demasiado feliz con ello, y en la familia de su madre ni siquiera querían verle; era una vergüenza para los imperiales japoneses el que se haya declarado abiertamente bisexual.

Mirando a Angelo volvió a sonreír; seguramente, por miedo a perder sus privilegios de heredero, se había guardado para sí mismo aquello, quizás, no sería mala idea