Lorenzo miraba por la ventanilla de la camioneta, hundido en un mar de pensamientos, nunca antes había sentido un dolor semejante, sabía que él no debía forjar lazos, pero eso era meramente imposible, un humano no podía vivir sin interacción.

Solo tenía cuatro amigos en ese tiempo, primero esta Franco Romano, todos pensaban que era muy calmado porque en a veces lo veían serio o apartado de todos, y tal vez lo veían pensando en largos silencios, pero no es que fuese calmado; es un hombre reservado y con una 5.7 cuida la espalda de Lorenzo, como una pantera siempre anda de negro, intimida con su porte y su mirada. Maneja muy bien las armas le dan igual sean cortas o largas, cataloga más allá de una mirada, sus colmillos van creciendo, compartimos muchas hazañas siempre a la orden. Franco fue hijo de una familia muy adinerada de Palermo, pero como todo en su vida fue falso y vacío, pronto comenzó a envolverse en cosas indebidas, un día estando de vigilancia, un muy joven Lorenzo apenas e